Foto © Hugo Salais / Metazoa Studio
En la intersección entre la ciencia y el arte se encuentra la ilustración científica. Al ser una disciplina al servicio de la comunicación científica, la creatividad queda relegada a un segundo plano prevaleciendo la claridad, la precisión y la objetividad.
«El perfil del ilustrador científico suele ser el de alguien con formación científica e interés y práctica en la ilustración y la divulgación científica; o bien un perfil artístico con especial interés y sensibilidad por la naturaleza», nos comenta Miquel Baidal Crespo, coordinador de Illustraciencia. También hablamos con Hugo Salais (Metazoa Studio), licenciado en Ciencias Biológicas y doctor en Neurociencias; Isabel Loureiro, titulada en Diseño; Maddi Astigarraga Bergara, graduada en Ciencias Biomédicas; y Laura Pablo y David Camerón (Nature Press), técnicos superiores en Ilustración.
«Estamos rodeados de ilustración científica», asegura Isa Loureiro. «La vemos en los libros de texto, en los museos, en los parques naturales, apps didácticas, en las consultas de los médicos». El origen de esta disciplina se remonta a las pinturas rupestres que ya representaban el mundo que nos rodea. Más adelante, en la era de las grandes expediciones, se recopilaban los descubrimientos en rigurosas ilustraciones. Del Renacimiento se guardan grandes obras como las de Da Vinci con representaciones de la anatomía humana.
«La base de cualquier ilustración científica es la veracidad y rigurosidad científica», afirma Maddi. Es imprescindible contar con personal científico durante todo el proceso que conlleva realizar un dibujo científico. Según Illustraciencia, «una buena ilustración científica sería aquella que consiga fundir en una imagen las exigencias y necesidades científicas con la virtuosidad técnica y la interpretación artística». Y es que para dedicarse a esta disciplina es esencial tener la habilidad para «asimilar, procesar, interpretar y comunicar información científica», señala Hugo. «Más que un background teórico amplio, me parece crucial la capacidad de aprender y documentarse de forma autónoma».
El proceso de trabajo y la elección de herramientas dependerán de las necesidades del proyecto. El desarrollo de un dibujo científico es muy similar al que se lleva a cabo en otros ámbitos de la ilustración, «pero con especial énfasis en los estadios de revisión», continúa Salais. Después del briefing, los ilustradores se documentan sobre el elemento a representar. «Una vez que tenemos el contenido y la documentación, seguimos los típicos pasos de boceto preliminar, correcciones, dibujo y coloreado final», resumen Laura y David.
«Creo que el proyecto debe reflejar en primer lugar la personalidad e identidad del cliente y de la audiencia, antes que la mía», sostiene Loureiro. En función de los objetivos, la ilustradora utiliza diferentes técnicas: «más formal y realista para documentar, más caricatura para divulgar a lo más jóvenes, más sencilla y vectorial para explicar, más decorativa para llamar la atención, etc.».
Maddi lo tiene claro. Mediante la ilustración científica, «el mensaje se vuelve más atractivo». Gracias a ella se pueden «representar conceptos que no podríamos visualizar y enseñar de otra manera o con otras técnicas», afirman desde Nature Press. «Podemos conocer los dinosaurios, las civilizaciones antiguas, nuestro cuerpo por dentro, comprender tratamientos médicos, ver los virus y las moléculas, los agujeros de gusano en el espacio, la estructura de un hormiguero o la migración de las mariposas», concluye Isa.
Inteligencia Artificial. ¿Una herramienta más?
El pasado febrero la revista Frontiers in Cell Developmental Biology generó toda una controversia por utilizar una imagen creada por Inteligencia Artificial sin ningún rigor científico. «Es probablemente el campo de la ilustración donde menos utilidad tenga», opinan Laura y David. «La IA generativa de imágenes no es fiable en términos de exactitud y veracidad», siempre va a ser necesaria la revisión de un experto. «Nuestro cometido pasa por ilustrar lo desconocido o lo recién descubierto, para lo cual no existen referencias suficientes para entrenar a una IA», admite Salais.
Para Hugo e Isa «no es más que una nueva herramienta», con la que agilizar algunos pasos. En cualquier caso, y como dice Maddi, «es imprescindible regular su uso y verificar que tanto su entrenamiento como su uso sean éticos y no vulneren los derechos de creativos y autores».
Sobre Illustraciencia
Illustraciencia es un proyecto nacido en 2009 bajo la coordinación de Miquel Baidal Crespo con el objetivo de divulgar y premiar la ilustración científica y de naturaleza, así como para poner en valor el trabajo de los profesionales de este ámbito. Cada año organizan el Certamen Internacional de Ilustración Científica y Naturalista, mediante el cual se seleccionan las mejores 40 obras para crear una exposición itinerante. Además, ofrecen cursos online de formación sobre distintas disciplinas.