El revés del mundo

Soy un viaje incesante, un recuerdo, una ilusión, el abismo de los ojos que aman. Una celebración del presente y el brindis que persuade la incertidumbre. El revés del mundo. El idioma de los espectros que solo el sol comprende. Polvo de metáforas sopladas por un dios mengano. La sombra que abandona su entidad. Tierra en las gargantas, mar en lenguas de saliva, semillas de palabras aún verdes, agua que se convierte en fuego, hijo deseado nacido del vientre fértil de una antigua barrica. Alguna vez fui rayo, fui uva, fui sangre, piel y memoria. Un abrazo de nostalgia y melancolía. Un mutante en el tiempo donde mi alma fermenta despacio. Un corcho abierto al viento. Un reloj flemático en un pueblo, segundos que se agolpan en la ciudad del estrépito. Al fin callo. Hasta ti he llegado. Besémonos, y que sea la vida misma, dulce y amarga. Seamos el beso que fue y el que no llegó. Soy el final y el principio de una nueva página de tu libro.