Clara Canals ha transformado el alma de Ysios con su pasión y respeto profundo por la tierra y la tradición. Su curiosidad la llevó a viñedos de Nueva Zelanda a Sudáfrica, enriqueciendo su visión como enóloga. En Ysios, expresa el terroir con delicadeza y modernidad, haciendo del vino un puente entre historia, naturaleza y emoción. Su trabajo es un poema vivo que se sigue escribiendo en cada vendimia.
¿Qué aprendizajes te han aportado tus experiencias en viñedos de otros continentes? Como enóloga, haber explorado diversas zonas vitivinícolas alrededor del mundo ha sido enriquecedor. Cada región ofrece desafíos únicos que me han ampliado el conocimiento y perspectiva sobre la viticultura, motivándome a aprender y descubrir cada día. En Ysios aplico esa apertura mental, sin protocolos fijos, dejándome guiar por la añada, la parcela y el vino, siempre con pasión.
¿Cómo logras que cada vino refleje el carácter distintivo de las parcelas? Nuestra ambición es crear vinos que respeten el origen y singularidad de cada parcela, contando la historia climática y de cosecha. No hay reglas rígidas, sino respeto por lo que ofrece cada viñedo y añada, con mínima intervención para mostrar el potencial de la uva. Es poner el foco en lo más importante, en el origen: el viñedo. Las viñas viejas son esenciales; reflejan un legado de calidades únicas en suelos calizos y poco profundos que aportan frescura, mineralidad y elegancia. Adaptamos crianza y formatos según cada parcela para crear vinos únicos. Por ello, todos nuestros vinos son ‘Cosecha’, vinos de autor.
¿Hay algún vino del que te sientas especialmente orgullosa? Nuestro primer vino viñedo singular Blanco, Finca El Nogal blanco 2023. Un nuevo vino blanco procedente de la misma parcela del prestigioso tinto Finca El Nogal, plantado en 1960 en Elvillar. Solo 1.000 botellas que expresan finura y elegancia de la viura. Este proyecto refuerza nuestra presencia en Fine Wines, contando historias de paisaje, tradición y excelencia desde el viñedo hasta la botella.
Como mujer que lidera un proyecto enológico en Rioja, ¿qué retos y oportunidades detectas actualmente para las mujeres en el sector? Es cierto que siempre ha sido un mundo predominantemente masculino, pero está cambiando muchísimo; ya desde hace años hay muchas y brillantes mujeres enólogas muy reconocidas elaborando grandes vinos. Celebramos ese avance, pero queda camino para lograr un sector inclusivo y diverso que valore y promueva el talento femenino en todos los aspectos de la viticultura y la enología. Es vital seguir reconociendo y visibilizando logros femeninos para inspirar futuras generaciones. Yo tuve mucha suerte. Mi mentora, Elena Adell, me enseñó que el vino no tiene género.
Tras haber sido reconocida entre las 100 mejores enólogas del mundo, ¿qué objetivos marcan esta nueva etapa en Ysios? Que nuestros vinos sean cada vez mejores y más sostenibles, cuidando la viña y aplicando prácticas respetuosas que aseguren calidad y futuro. Aspiro a seguir disfrutando mi trabajo día a día, y hacer disfrutar, poniendo en valor el esfuerzo detrás de cada botella.
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