Una representación enfocada en las consecuencias del paso del tiempo sin reparo, que se detiene menos en cuidar la puesta en escena y pone sus fuerzas en el peso de las palabras, de las heridas sin sanar y lo impredecible del destino. Nueve personajes que se distancian de sí mismos al pasar por encima de sus deseos más profundos, unidos por lazos familiares que están llenos de prejuicios y, muchas veces, carentes de empatía.
Entre gastos excesivos y fiestas que pretenden mostrar el poder de la familia Conway, cada integrante intenta alzar la voz de sus más profundos pensamientos mientras el tiempo se detiene para los demás, porque no son capaces de defender sus sueños y verdades en la realidad. Hasta que una pesadilla pone en relieve los estragos del paso del tiempo y de todos esos conflictos interiores sin resolver.
El teatro La Encina (Calle Ercilla, 15) acoge esta segunda temporada de El tiempo y los Conway con dos últimas funciones los domingos 12 y 19 de noviembre [Entradas]