Foto de cabecera © Alejandro del Estal
Ya sabemos que las reuniones no son siempre prueba de calidad. Muchos de esos regresos de bandas que fueron míticas hace dos, tres o cuatro décadas son un timo absoluto, carne del oportunismo y del querer hacer caja. Pero hay reuniones muy dignas como la de la banda mancuniana, Happy Mondays. Con un nombre tan optimista, ¿qué puede salir mal? Shaun Ryder era todo un personaje, ya pudimos ver cómo se las gastaba con Tony Wilson en la película 24 hours Party People (Michael Winterbottom, 2002).
Abrió la noche la banda The Gulps, que combinan un pub rock muy Oasis con los Arctic Monkeys, Kasabian o sonoridades más oscuras avaladas bajo el bautismo de Alan McGee. Un buen aperitivo para lo que vino después. Poco a poco se fue llenando algo más de medio aforo de la sala La Riviera para volver a traer la fiesta de los 90s. En aquellos años de esplendor, los Happy Mondays repartían pastillas al público de las primeras filas para que la experiencia en director fuera total. Menuda tropa ésta de Manchester.
Presidía la pantalla del fondo del escenario el genial diseño de portada del Greatets Hits (London Records, 1999) con el nombre de la banda. Arrancaron con Kinki Afro con esos riffs que generan subidón, y esos versos “Yippee-ippee-ay-ay-ay-yey-yey” que desatan las ganas de bailar. Un cuarteto musical (guitarra, teclados, bajo y batería), completado por Shaun Ryder como líder y maestro de ceremonias; Bez al baile y las maracas; y una corista especial como Firouzeh Berry (sustituye a la mítica Rowetta Satchell que dejó la banda a finales de 2024, que es la mujer de Bez), a la que llaman cariñosamente Fru, que ya exhibía una voz pletórica desde Kinki Afro. La banda en este 2025 la componen: Mark ‘Bez’ Berry, alma insigne de la banda, animador; Dan Broad, teclados, samplers, programaciones y director musical; Mark Day a la guitarra; Gary ‘Gaz’ Whelan a la batería y Michael Westerman al bajo.

Desgranaron 13 canciones clásicas casi de una, como un auténtico torbellino musical. Dedicaron especial atención a su clásico Pills n’ Thrill and Bellyaches (1990), pero también a Bummed (1988), y defendieron su legado como una apuesta segura a base de buen sonido, muchos destellos, baile y bastante dignidad. No es que fueran una banda que llegara a la fama de The Stone Roses, pero supieron imprimir un espíritu bailable al sonido Madchester con canciones como Bob’s Yer Uncle, con gran ritmo; o un lacerante riff y una base adictiva como la de God’s Cop. Canciones que sonaron este miércoles en Madrid a modo de celebración, como también lo hizo Donovan, que congrega con el aire popular de los teclados, sus guitarras afiladas y unos ritmos para saltar.
En Dennis and Lois vuelve a salir Fru, y desata otro pepinazo bailongo. La banda suena robusta, contundente. Aquí hay chicha para una buena fiesta. Shaun Ryder habla y tira de esa magia del maestro de ceremonias, con todo su verbo arrollador. Los Happy Mondays inventaron un sonido, un cruce del rock de efectos, o más bien riffs, con la música de baile. La diversión como Ítaca. Es el momento de dejarse llevar. Performance suena a transición de los tiempos, con guitarras afiladas de fondo y una base de batería contundente. Con Loose Fit vuelve a salir Fru que acompaña vocalmente una base pegadiza con ecos de sonoridades africanas pero con la marca Madchester. También aderezan el ambiente la bailable Rave On y Mad Cyril más tirando hacia el rock hooligan.
En la recta final tres clásicos como Hallelujah, clamando a quién sea que esté allí, 24 Hours Party People y Step On, de nuevo Fru radiante acompañando a Shaun Rayder. Siete en escena que ofrecieron un concierto a la altura de la leyenda. Con Bez calentando, animando y bailando al respetable. Un Shaun Ryder con tirón, mucha retranca y una voz muy hooligonera. Una banda que sin estar en la primera división, nos hizo pasar buenas ratos en su época, y que ahora nos recuerda la pegada de su propuesta y nos sirve una fiesta en 13 dosis. Wrote for Luck como un arrebato guitarrero sirve de bis y de cierre perfecto para recuperar la memoria de una escena y de una banda festiva ¿Felices lunes? No, felices miércoles.
