Foto © Edu Martín
Editorial nº200
25 años sin rendirnos. Como clama la canción No Surrender de Bruce Springsteen estamos preparados para ser jóvenes de nuevo. No todo el camino ha sido llano y rodeado de lindas flores, pero este viaje en el que siempre pudo la ilusión, las ganas y la pasión infinitas nos sigue mereciendo la vida. En mayo de 1998 y recién salidos de la facultad de Ciencias de la Información lanzábamos la primera edición de esta revista con menos arrugas y la mochila más ligera, pero con la misma determinación. Una cabecera cuyo nombre nacía de la tradición periodística y de aquel Duende que Larra creó con 19 años.
25 años después imprimimos esta edición número 200 que tienes entre las manos, teniendo un doble motivo de celebración que nos pide escalar ese cielo onírico de Madrid y gritarlo a las calles que nos han visto nacer, creando nuestro mejor proyecto e intentando ser, cada día, la mejor versión de nosotros mismos. Por nosotros, por vosotros y por todos nuestros compañeros.
En nuestro trayecto independiente, en este tren de cultura urbana, nunca hemos estado solos. Lo mejor que hemos hecho es todo aquello que ha sido compartido. Una ocasión de agradecimiento eterno a todos aquellos que han subido a alguno de nuestros vagones para crear, soñar, contar, transformar y hacernos disfrutar de la ciudad que amamos. Esta ciudad única, luchadora, creativa e incansable compuesta de pequeñas cosas, de esos pequeños sueños que hacen que Madrid sea solo Madrid.
El Duende siempre se ha definido como una revista de creación y de creadores por encima de todo. Siempre han estado ahí, son los que construyen el alma invisible de las verdaderas ciudades y les debíamos un gran homenaje. Nos hemos dejado el papel y la piel, el sudor y la tinta en ello. Y su respuesta no ha podido ser más emocionante.
Veinticinco (y alguno más) de los creadores visuales más importantes del país nos han regalado obras inéditas de felicitación, y lo más importante, nos han constatado su talento y el momento único que vivimos en cuanto a creatividad, que no tiene parangón en la historia. Ya tenemos ganas de verlas a gran formato en la exposición que llevaremos a cabo a finales de septiembre en un lugar muy especial para nosotros, The Monkey Garage.
Más de cincuenta periodistas, comunicadores y expertos nos han ayudado a distinguir a los nombres y apellidos, más de 300, que en las distintas disciplinas de la cultura son la brújula actual de la creación contemporánea madrileña, la que marca hoy el paso y la que cambiará el futuro. Queríamos haberlo dejarlo en 200, como el número de lanzamiento de esta revista, pero ha sido imposible. Y aun así y por encima de todo, tenemos que pedir perdón a los que no están y deberían. Somos conscientes que son muchos también. Espero sepáis disculparnos. Tenemos otros 25 años para compensaros en nuestras páginas, en nuestros proyectos y eventos.
Ni en sueños tampoco nos hubiéramos imaginado la gran cantidad de marcas, empresas culturales e instituciones que nos han apoyado en esta iniciativa y que hacen una labor importantísima en sus proyectos apostando por la cultura, el arte y la creación.
Estas líneas no las escribimos los firmantes. Solo nos han prestado el lápiz esos compañeros infatigables que tenemos la suerte de tener por familia junto a tantos colaboradores que son los verdaderos protagonistas de que El Duende siga pasando unas cuantas páginas más de esta pequeña historia en el surco del tiempo.
Si nos has seguido, leído o escuchado. Te lo debemos todo.
–––––– Juramos que seríamos hermanos contra el viento. Estamos listos para volvernos jóvenes de nuevo. Nada de rendirse ––––––
Esther Ordax y Rubén Arribas
Fundadores y Directores de la Revista El Duende