Foto de cabecera. Bailaora Sofía Polina © Lucía Thapar
Energía, movimiento, pintura, emoción y sobre todo, pasión, han quedado impregnados en una serie de piezas que dan forma a La Huella del Flamenco, la exposición individual de la artista multidisciplinar Carlota Pérez de Castro que explora la interacción entre el movimiento del baile flamenco y la pintura.
En este diálogo se desdibujan las distancias entre lienzo y tablao. El lienzo se convierte en escenario, o el escenario en lienzo, y los bailaores actúan como pinceles vivientes. Cada actuación da lugar a una colección de obras de arte únicas: dos lienzos en gravedades opuestas, mantones, zapatos y vestuarios, que han quedado marcados por una despliegue de emociones vividas durante la performance.
El comisario de la exposición, Oscar Manrique, abre las puertas de su estudio Un lugar (C/Cañetes, 19) para acoger una muestra que “lleva la pintura a un nivel experiencial”, explica Óscar, donde la pintura se convierte en un vehículo para comprender el espectáculo:
“Estos, llamémosles vestigios, que quedan tras el acto, son convertidos en obras de arte tras su intervención y así el acto nunca muere. Y el espectador, sin haber estado en la performance, entiende de manera muy directa todo lo que ha acontecido, toda esa energía que que desprendida en un pequeño espacio y que queda contenida en un lienzo.»
Fecha: hasta el 16 de febrero
Horarios: miércoles, jueves y viernes de 11h a 14h y de 16h a 19h. Sábados de 13h a 15 h (entrada gratuita)
Descubre más de esta exposición y del trabajo de Carlota Pérez de Castro en la entrevista de nuestra sección de Creadores (próximamente)