Traen “la conciencia medioambiental de fábrica”. Nacho es de moverse en bici, y Marga, de patear, “aunque mi hijo se queje de las caminatas al cole”, comenta. Son grandes, sus premios lo demuestran, pero con empresa tamaño “aperitivo”. (M):“Pensar en pequeño nos refuerza en todos los sentidos. Estructuralmente: colaboramos con mucha gente, pero en esencia somos dos, nos gusta esta escala porque es la única forma de que todo pase por nuestras manos […] Conceptualmente hablar de aperitivos nos permite lanzarnos sin miedo, quizá con más valentía, un poco de locura”.
Nacho está “en el lado de la estrategia, generalmente trato de clarificar y analizar las necesidades de los proyectos para orientar al lado creativo”. Aunque reconoce que “los dos hacen de todo, “me toca llevar la parte administrativa y normalmente el contacto con el cliente”. Marga, está “en el lado de las ideas y el desarrollo gráfico. Cuando colaboramos con externos llevo la dirección creativa […]. Aunque tenemos los roles definidos, participamos en ambos procesos, nos gusta trabajar en equipo. Es lo bueno de ser pequeños, ante cualquier inquietud giras la silla y la otra persona siempre está disponible para desbloquearte la mente”.
En sus trabajos la mujer es protagonista. (M): «Siendo mujer y parte de esta profesión me siento muy sensibilizada con la poca visibilidad que hemos tenido durante mucho tiempo, así que si puede tener algo de autoafirmación y hacerlas protagonistas de muchas historias. Pero, por otro lado, me resulta más fácil retratar mujeres”.
Retratan un Madrid muy castizo. (M):“Quizá porque no soy de aquí, esta ciudad siempre me transmitió esa mezcla entre lo cañí y el moderneo y la vanguardia”. (N) “Nos encanta esa mezcolanza. De hecho, nuestro estudio está en Malasaña y nos da un poco de pena ver cómo esa parte más castiza se va perdiendo, es una zona turística por excelencia y los locales se transforman al servicio de quien viene de fin de semana. Creo que es algo sobre lo que reflexionar, saber cuidar y conservar lo que hace única a una ciudad”.
La pandemia nos ha dado muchas lecciones. (M) “Nos puso a prueba, como profesionales y como personas; hemos aprendido a ser agradecidos porque no nos ha faltado trabajo y también a no hacer muchos planes”, y a recuperar “el valor de las pequeñas cosas. Ahora me muero por ver a mi gente y poner un pie en la arena de la playa, soy de Asturias y nunca estuve tanto tiempo alejada del mar”. (N): “Aprendí a vivir sin mis escapadas al monte a León, he de reconocer que lo de gestionar la ansiedad fue otra buena batalla”.
¿Sueño por realizar? (N): “Damos vueltas a proyectos propios, creemos que es importante por dos motivos, se aprende mucho y puede abrir puertas”. (M): Así nos pasó con Hardcore Maternity, cuando empezamos con las tiras semanales no imaginábamos que publicaríamos una novela gráfica con Lumen. Si se trata de soñar, soñamos con proyectos/clientes que nos permitan trabajar con libertad, o con una portadita del New Yorker”.