Fue en Londres donde dio la vuelta a su vida, tras una estancia en Siena para pintar. Con 22 años estaba trabajando como obrero en un edificio de oficinas. “Me había sentado un momento a dibujar en mi moleskine y uno de los empresarios me vio y me mandó una semana a la Tate Modern”, para empaparse de arte y poder encargarle una obra que se situaría en ese mismo edificio. “Ahí tomé la decisión de que debía dedicarme al arte”, comenta.
El Águila nos invita a cuestionarnos menos y a disfrutar más del camino, coger las riendas de nuestra vida y tomar nuestras propias decisiones. Repetto también escogió su camino: “Yo no quería tener jefe, sino ser mi propio jefe”, recuerda. Ahora dirige un equipo de cuatro personas en su estudio, además de regentar Gorila Malasaña. Todo el interior de este bar está decorado por él mismo, aunque también invita a compañeros del espray a que dejen su huella, cuyas imágenes va renovando con el tiempo. Es un local en el que pueda suceder casi cualquier cosa, sin que lo esperes. Hasta ha tenido exhibiciones de BMX y de skaters, a pesar de sus dimensiones. “También traigo a gente de la escena del trap”, comenta.
En Madrid comenzó decorando el interior y las fachadas de algunos locales. “Monté una exposición y vendí todo el mismo día. En ella conocí al dueño del Naif”, que sería posteriormente su socio. Desde entonces entró como empresario en locales como el mencionado Naif, Bestia Kitchen Bar o Malasaña Las Palmas, pero se deshizo de sus participaciones y ha centrado toda su energía en Gorila, al que considera “como un hijo”, así como en la tarea de diseñador y artista, con la que disfruta con toda su pasión. “Le di otra vuelta a mi vida con el confinamiento. Para toda la hostelería ha sido muy duro y más para los que estamos en una zona como esta, de protección acústica y
que no tenemos posibilidad de montar una terraza. No hemos tenido ayudas de ningún tipo”. Ni cerró ni echó a sus trabajadores, gracias a los ERTE. Ahora, solo piensa en promover actividades que sorprendan, dando la vuelta a lo habitual.