Son múltiples las opciones de lectura en las estanterías de las librerías, así que para que no os perdáis en este mar de letras, aquí os dejamos algunas recomendaciones.
Si sois de los que pensáis que el verano es para los tochos (y los clásicos), aprovechad que este año se conmemora el centenario de la publicación original de Ulises (Alianza Editorial), de James Joyce, la novela más importante jamás escrita en lengua inglesa, para hincarle el diente. Para solventar la complejidad de referentes y la arquitectura narrativa del texto, os ayudará Todos somos Leopold Bloom (Galaxia Gutenberg), de Eduardo Lago, una guía en la que, capítulo a capítulo, se explican las relaciones del libro de Joyce con la Odisea, de Homero. Imaginación y viajes se dan la mano en Regiones Imaginarias (Ediciones Menguantes), donde se recrean diez lugares del planeta que solo existen en la literatura; cartografías imaginadas con fotografías y planos para no dejar de soñar (y conversar).
Si lo vuestro es la poesía, Sexto Piso acaba de publicar Mundo, el último libro de la escritora lusa Ana Luísa Amaral, una de las más importantes poetas europeas vivas; un libro que torna universal lo cotidiano y se fija en las pequeñas grandes maravillas de nuestro planeta. Versos preciosos que no podréis no parar de compartir con vuestras amistades. Los amantes de la novela gráfica se sorprenderán por la narrativa en formato collage y con ambición dadaísta de Diez mil elefantes (Reservoir Books), de Pere Ortin y Nzé Esono Ebalé; un español y un guineano que buscan entre el archivo, el dibujo y la narración de un sueño (localizar a los diez mil elefantes del título) un punto de encuentro para entender la memoria no memorizada del pasado colonial español.
Y, por último, un libro que, sin duda, animará vuestros debates veraniegos va a ser Más que una mujer (Anagrama), de la columnista y escritora inglesa Caitlin Moran. Después del éxito del manifiesto feminista (y grouchomarxista) Cómo ser mujer (Anagrama), publicado en 2011, la deslenguada, tronchante e ingeniosa autora vuelve con una secuela donde nos habla de los sinsabores de la mediana edad. Moran aboga por crear un Sindicato de Mujeres, anima a los hombres a que no se sientan amenazados por el feminismo, sino que se sumen a la causa, lidia con una hija adolescente con trastornos alimenticios (y con varios intentos de suicidio a sus espaldas), se apunta al yoga y se da cuenta de que las resacas ya no son lo que eran (son mucho peor).