Universo Barroco: Lina Tur Bonet y Musica Alchemica (29 de mayo)
La violinista balear y su grupo de música antigua, ambos artistas residentes de la temporada del CNDM, seguirán las huellas de Bach por los pentagramas de la música de Vivaldi, gran impulsor a principios del siglo XVIII de las formas del concierto con solista. El Passacaglia para órgano y el Concierto de Pisendel abundan en las afinidades e imprevisibles influencias de ida y vuelta que nos llevan de la «b» a la «v» más mayúsculas de la historia musical.
Series 20/21: Plural Ensemble, Fabián Panisello, Jörg Widman, David Moliner, Ariadna Alsina (18 de abril)
Semejante concurrencia de talento sobre un mismo escenario no se explica sin el apetito musical y las dotes de médium de todas las vanguardias del director y compositor Fabián Panisello, quien en esta ocasión baraja sobre el atril sus propias páginas (Mystical song) con las de dos obras de encargo (Ariadna Alsina y David Moliner) y el perturbador Labyrinth IV, de Jörg Widmann, que comparece también en calidad de clarinetista.
Fronteras: Philip Glass Ensemble (30 de mayo)
Pensaba el bueno de Glass que Trump no sólo no merecía una ópera, sino que ni siquiera debía sucumbir a la fantasía de pensar que podía ganar las elecciones. En un mundo (esperemos) postpandémico y (confiamos provisionalmente) convulso, el de Baltimore aterriza en Madrid a sus 85 años para uno de los conciertos extraordinarios (por inauditos, pero también porque se vende fuera de abono) de la temporada del CNDM con el reclamo añadido de Music in eight parts, que se estrena en España.
Liceo de Cámara XXI: Martha Argerich y Nelson Goerner (3 de abril)
Quienes temieran que la escuela pianística argentina pudiera desaparecer les aliviará saber que el programa de esta sesión (a cuatro manos pertenecientes a dos generaciones muy alejadas en el tiempo) fue diseñado, precisamente, para tender puentes entre el magisterio inigualable de Martha Argerich y el carácter decididamente inconformista de Nelson Goerner. Entre obra y obra (Mozart, Debussy, Rachmaninov), Argerich aprovechará para soplar las velas de su 80 cumpleaños.
Andalucía Flamenca: María Toledo (22 de abril)
María Toledo nació donde dice su apellido artístico, pero su música remite sin disimulo a todos los rincones de España, especialmente al sur, donde se ha forjado como una de las artistas más audaces y singulares del panorama flamenco. Con una sólida formación a sus espaldas y una voz que parece rasgada en otro tiempo, tiene el honor de ser la primera cantaora que se acompaña ella misma desde el piano.
Jazz en el Auditorio: Andrea Motis (8 de mayo)
Se han dicho tantas cosas de la trompetista y cantante Andrea Motis para tratar de ubicar las coordenadas de un talento tan precoz como procazmente excesivo, que el recurso del «jazz con alma mediterránea» sólo puede servir de macguffin a un argumento de sobra conocido: Mutis es la más digna heredera de todo lo que de admirable tiene el sonido venido del otro lado del Atlántico.
Bach Vermut: Herman Jordaan (23 de abril)
Dejarse caer, con o sin resaca, por el Auditorio Nacional un sábado por la mañana tiene su premio: lúdico-gastronómico, por descontado, pero también súbito-musical, pues no es habitual ver a solistas consagrados del órgano, como el sudafricano Herman Jordaan, bailando entre los 5700 tubos del Gerhard Grenzing que corona la Sala Sinfónica al ritmo de obras cumbre de Demessieux, Howells y Duruflé.