Su vida transcurre entre guiones, libros, grabaciones para Playground, colaboraciones en el programa Latemotiv, rodajes cinematográficos (Algo muy gordo, Vosotros sois mi película) y, más recientemente, el de la serie Doctor Portuondo, una adaptación del libro homónimo publicado en el 2017 y la primera producción original de Filmin, en la que plasma sus cinco años de psicoanálisis con un terapeuta nada común. Foto © Albert Masferrer
Hablamos de Carlo Padial, un ser humano sensible, neurótico y amante de los lugares “de tarao” que esconde Barcelona, véase Bracafé o el Frankfurt Pedralbes, en los que encuentra toda la inspiración que necesita para emocionarnos.
Doctor Portuondo se emite en Filmin.es
¿Por qué crees que es necesario detectar y hablar de nuestras emociones?
Portuondo decía que lo único que tenemos es la palabra, me parece una de las frases más importantes de la serie. Estoy enganchado a esa conexión con la palabra a nivel literario o musical, es algo muy profundo y arcaico. Pero hacer autoanálisis es bastante duro porque tienes que meterte y dejar de engañarte, pero no tienes que pasar por ello obligatoriamente, puedes encontrar qué es lo que te funciona a ti, puedes llegar a ello escribiendo, meditando o abrazando árboles.
¿Cuál fue la mayor enseñanza de Portuondo?
La importancia de la palabra fue una, otra es la que dice al final de la serie: “la vida es esto, tú y yo, aquí y ahora”. Eso es muy bonito, porque no es una fórmula superficial, es verdaderamente muy profunda, casi zen, pero tienes que deducirlo tú.
Sorpresa, asco, tristeza, ira, miedo, alegría y amor, ¿con qué emoción te identificas más?
No te sabría decir, pero podría ser la ira. Tengo ataques puntuales de ira muy a lo Kanye West por cosas estúpidas y no necesariamente del ahora, sino que a veces son del pasado. Pero la mayor parte del tiempo estoy extrañado, no entiendo nada y cada vez entiendo menos; en mi día a día estoy un poco ajeno a todo.
Las emociones están relacionadas con la atención a lo que pasa y nos pasa, pero cada vez nos cuesta más atender, ¿estamos desconectando de ellas?
No creo, la gente vive al límite emocional todo el tiempo y está muy enfadada porque hay una enorme inseguridad, no tienes garantizado tu trabajo, la economía o el clima. Pero también están en un egotrip tremendo, a nadie le interesa demasiado el otro, no te escuchan o siempre están liadísimos. Hay una incapacidad de vivir el aquí y el ahora, como diría Portuondo.
Has dicho que te gusta ver a gente perder los papeles en internet, ¿por qué?
Me divierte la gente muy iracunda, chiflada o descontrolada. Los motivos por los que se enzarzan me dan más igual. Por ejemplo, Sálvame me entusiasma, me divierten sus ataques, sus reacciones y enfados. Es algo que tiene que ver con la familia de la que vengo, sobre todo de mi padre que era muy histriónico.
En relación con lo que acabas de decir, los conflictos emocionales se repiten de generación en generación, ¿deberíamos ir a terapia antes de ser padres?
Sí, a terapia o haciendo lo que le sirva a cada uno, como he dicho antes. Lo que está claro es que no vas a detener la neurosis familiar y siempre vas a heredar parte de ella, pero lo que sí puedes es ir clarificando algunos aspectos, descifrar neurosis familiares y detener ciertas conductas. Aunque también hay un componente de azar, genético y ambiental.
¿Habrá segunda temporada de Doctor Portuondo?
No me lo planteo, pero podría encajar porque el libro está estructurado en dos partes y en la primera no lo hemos abarcado todo. Ahora estoy intentando valorar lo que hemos hecho, hemos conseguido contar que Portuondo existe y, a través de Perugorria, dotarlo de una vida muy especial.
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