¿Qué pasa si mezclas ansiedad, Orfidal e historias patéticas? En principio, nada bueno, de acuerdo; pero ¿y si, además, añades humor? Las cómicas Ana Bravo, Helena Pozuelo y Paula Púa acaban de arrancar nueva temporada de “Las Superpenas”, un show delirante de stand up participativo en el que podrás ganar un premio por contar tu pena o comentar tu fotopena, ¡e incluso echarte un ligue en menos de dos horas! “Más recomendable que vacunarse y beber mucha agua”, o eso dicen.
Fotos por Carlos Luján (agradecimientos: Hotel Santo Domingo)
De izda. a derecha, Helena Pozuelo, Paula Púa y Ana Bravo
¿Quién es quién en Las Superpenas?
Paula [P]: Para el show, hemos adoptado y adaptado la descripción de cada una de “Las Supernenas» a nuestra realidad. Hemos intentado hilar un poco: yo, por ejemplo, soy Burbuja… de ansiedad, porque tengo ansiedad de verdad; estoy medicada por eso. Ana [A]: Yo sería Pétalo, que es la más organizada y racional, aunque también tiene su parte sensible y muy loca. Las tres hacemos un poco de todo, pero en mi caso, además, hago una parte de producción, montaje, etc. Helena [H]: Y yo soy Cactus, que se supone que es la “cachas”. De hecho, me he puesto cachas para este show y hago un montón de flexiones durante mi bloque. Y también mato plantas.
¿Cómo nace la idea de hacer un show juntas?
[P] Sinceramente, creo que nació de fiesta en la “post pandemia”, porque antes Ana y yo no éramos tan amigas. Esa noche, nos hicimos una foto en un baño, la miramos y, por los colores de nuestro pelo, hicimos la broma de: “¡Ay, mira, si somos Las Superpenas!”. Entre risas, comentamos que estaría bien hacer un show con este nombre porque, además, por entonces estábamos muy tristes.
Y la comedia, ¿cómo se cruza en vuestros caminos? Porque venís de lugares muy distintos…
[H] Yo estudié Bellas Artes, luego Diseño Gráfico y Web, y finalmente hice un curso de guion con el que me di cuenta que eso era mucho más divertido. La comedia siempre me había gustado, aunque tardé muchos años en dar el paso. Era algo que tenía pendiente. [P] A mí me gustaba mucho la comunicación, pero descubrí que me gustaba para entretener, no para informar. Y, cuando entiendes eso, piensas: “Ostras, estoy en la redacción de un periódico económico aburridísimo, ¿cómo salgo de aquí?” Desde pequeña, había visto mucha comedia, pero el salto lo di ya en los open mics. [A] Estudié Comunicación Audiovisual porque mi madre me dijo que si me metía a actriz, me iba a morir de hambre. Ahora se lo agradezco, porque sé hacer un montón de cosas. Llevaba diez años haciendo teatro cuando descubrí el stand up, donde te diriges, te escribes, te interpretas…, y pensé: “Esto es para mí”. Además, siempre he sido una niña rara y la comedia me ha dado material para conectar con la gente.
Compagináis varios trabajos relacionados con la comedia, entiendo, porque os encanta, pero también porque, sospecho, de otro modo sería imposible llegar a fin de mes. ¿Cómo lo sobrelleváis? Al final, el sector del entretenimiento es muy duro, se acaba trabajando 24/7…
[H] Con un trabajo creativo ocurre que siempre estás pendiente de si algo te puede servir para un guion, un monólogo, etc. Nunca llegas a desconectar de verdad. Pero es humor, entonces es divertido. Por lo menos te queda eso. [P]: También es una profesión en la que mantenerse es muy difícil. Durante una época, puedes tener un montón de proyectos; y en otra, nada. Creo que muchos intentamos coger todo lo que se nos ofrece, por si después no llegan más cosas. En este sentido, hemos tenido momentos de vernos las tres desbordadas.
“Haz de tu pasión tu profesión”, dicen. ¿Desde dentro se ve de otra forma?
[P] ¡Tiene trampa! Creo que trabajas con más ganas, pero también tienes más presión. Quieres hacerlo bien, y nunca te quedas satisfecha del todo; siempre piensas que lo podías haber hecho mejor. [Ana] ¡Emosido engañado! [sic]. A mí me ha pasado: tener una semana de mucho trabajo, llegar el viernes, que me apetezca ponerme el suero y la bata… y acabar buscando más cosas de stand up. Al final, aunque estés intentando ganarte el pan trabajando para otros, no quieres perder esa esencia, porque te gusta subirte a un escenario.
Habéis hecho sold out en casi todas vuestras actuaciones. Sin embargo, hay quien todavía dice que “las mujeres no son graciosas”. Las “mujeres”, como si fuéramos un ente único. ¿Qué les decimos a esas personas?
[H] Fuck you, bitches! [P] Desde luego. Eso, y que vean más comedia. Si te vas a cualquiera de los vídeos que muchas cómicas hemos grabado en Phi Beta Lambda, verás el típico comentario de “Vaya, otra mujer que no tiene gracia”… ¡Es imposible que las hayas visto a todas! De un tío no se dice lo mismo, ¿por qué? Pues porque sabes que hay un montón de estilos dentro del género que supone un hombre; con una mujer es exactamente lo mismo. [A] Llevo un open y tengo que estar arrastrando a las chicas para que se suban, porque ellos ya lo tienen mucho más interiorizado. Ellos se lanzan y a ellas les cuesta mucho más. En mi caso, yo intento contar cosas íntimas, porque me parece que lo personal también es global, y eso cuesta sacarlo. Con la literatura pasa lo mismo: “Panza de burro”, “Voz de vieja”… Poco a poco se está viendo que hay otro tipo de pensamiento femenino con el que también hay que conectar.
En relación a esto, ¿os sentís “obligadas” a tener un discurso feminista o político que os justifique, y a estar reivindicando todo el rato?
[P] Sí, de hecho ya da un poco de pereza. Lo ves, por ejemplo, cuando llega marzo y salas que no querían saber nada de ti, de pronto quieren mujeres… Al final te agota. Somos un cincuenta por ciento de la población, no tendría que estar enseñando a la gente cuáles son mis derechos, explicar lo básico. No es mi labor. Cuando estoy en Twitter, y algo me enfada, no puedo evitar contestar, pero en el día a día procuro dedicarme únicamente a meter mis coñas. [H] En mi caso, sí que tengo algún bloque explícitamente feminista. Pero más allá de eso, si son tus ideas, tampoco creo que tengas que estar reivindicando todo el rato, porque esa reivindicación va ir implícita en el trasfondo de cada cosa que hagas.
Para terminar, ¿recomendaríais ir al show con una cita Tinder?
[Todas] ¡Por supuesto! [P] En el show tenemos una sección en la que le pedimos al público que nos cuente su pena. Nosotras las leemos, las comentamos y, al final, le damos un premio a la mejor. Muchas veces se ha descubierto que dos personas que venían juntas se gustaban, ¡e incluso un chico ligó con Ana! Es muy fácil ligar en este show, y que tu cita vaya bien… o acabe mal.
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