Gallega de pura cepa, siempre espera volver, pero un Pepito Grillo le advierte: “No cariño, todavía no”. Empezó con un monólogo en la Paramont Comedy, con su mayoría de edad recién estrenada. Estudió Filología Hispánica en la Complutense. Luego llegarían bolos en teatros por 200 euros y una primera oferta como guionista en Vodafone Yu. Hoy, Carolina Iglesias, (@PercebesyGrelos), es la copresentadora de Estirando el chicle, uno de los podcasts más populares de España, que acaba de estrenar su cuarta temporada.
Fotos © Rubén Errebeene. A la izq., Carolina Iglesias, a su derecha, su compañera en Estirando el chicle, Victoria Martín.
Rompamos el hielo, ¿quién es Carolina Iglesias?
Una chica que, hace tiempo, descubrió a qué se quería dedicar y lo consiguió.
¿Y quién es, para ti, Percebes y Grelos?
Un nombre para mis redes sociales, que no pensé nada, y que tomó más peso del que esperaba.
Qué es para ti el humor, ese recurso de la risa, ¿una herramienta, tu sello de identidad o una forma particular de ver las cosas?
Es una parte muy importante de mi vida, a través de la risa es como me expreso, la broma siempre es una buena forma de comunicarse. Es mi trabajo y mi forma de ser, me gusta mucho hacer reír y reírme.
Estirando el chicle, un proyecto que nace junto a Victoria Martín en pleno confinamiento, y se ha convertido en uno de los podcasts más escuchados de España. ¿Cómo conseguisteis esta escalada apoteósica?
Había antes podcast de tías, pero no que se consolidaran en tan poco tiempo y que marcaran un poco los límites de hasta dónde se puede llegar. Primero es que Victoria y yo somos muy amigas, con una conexión y química especial, que además trabajamos mucho. A veces nos preguntamos: “¿Tú crees que esto le hará gracia a la gente?”, y yo le digo que, si lo que hemos hecho hasta ahora ha sido por lo que nos ha hecho gracia a nosotras, debemos seguir nuestro instinto.
¿Consideráis que el humor era un campo secuestrado por los hombres?
Queda mucho trabajo por hacer y siendo conscientes de que estamos en el privilegio absoluto, un privilegio que nos hemos trabajado, y que la gente de la industria se ha acercado para “no quedar mal” y cuando ya hemos triunfado. A cierta gente, muchos en puestos de poder, no le interesa lo que tengan que decir las mujere y eso determina la carrera de gente con mucho talento, impactando en la calidad de los productos que se hacen. Ese bloqueo, ese techo de cristal, es algo que está ahí. No hay variedad de discurso en los medios tradicionales, eso asusta, supongo que por eso ha funcionado tan bien el podcast, porque propone una diversidad que no encontraban en otro sitio.
Preguntando a vuestras oyentes, algunas me apuntan a que “es un contenido actual y cercano, conectado con experiencias que pueden pasarle a cualquiera”, ¿cómo valoras haber impactado a una generación joven y desconectada de la radio tradicional?
Me siento muy honrada, poca gente apuesta, como una inversión, por ti. Cuando eres número 1 en España y tienes 200.000 seguidores, es ir a lo seguro. Si te gustaba el contenido, haber invertido antes. El público es el que ha apostado de verdad por nosotras, que nos ha estado escuchando, nos ha recomendado y se ha tomado como algo personal que lleguemos lejos. La lucha nuestra es también la suya. No vamos a acabar con el podcast hasta que no lleguemos a lo más alto, es una cosa hasta política, debemos dejar el listón altísimo para que las que vengan detrás se den cuenta de hasta dónde pueden llegar.
¿Qué hay en el horizonte de Carolina Iglesias?
Déjame formular esto de una forma misteriosa. En octubre saldrá un proyecto televisivo, la apuesta más grande que han hecho por mí, relacionado con presentar, que es lo que más me gusta. Y con Estirando el chicle a tope, cerrando gira en diciembre, con algún chim pum final que sea especial.
¿Y para Percebes y Grelos?
No me gustaría llegar a los 30 y llamarme Percebes.
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