Como señala el economista Robert Pollin, si el mundo continúa de la misma forma que hasta ahora, en lo que la AIE (Agencia Internacional de la Energía) denomina “el escenario de políticas actuales”, las emisiones globales de CO2 para 2040 no solo no van a disminuir nada desde su nivel actual de 33 millones de toneladas, sino que van a incrementarse hasta llegar a 41 mil millones de toneladas[1].
Y en ese corto camino que tenemos por delante, abrazar la cultura, conocida como el cuarto pilar de la sostenibilidad, es una de las claves para enfrentarnos a ese cul-de-sac.
Todo cambio civilizatorio pasa por un cambio cultural, y esto implica que todos los agentes involucrados en la creación artística vayamos de la mano en la construcción de un nuevo sistema que acompañe a la sociedad en dicha transformación. El tipo de mediación que hace falta ha de atravesar las paredes de nuestras instituciones y centros, nuestras programaciones y eventos, y requerirá de altas dosis de liderazgo e inteligencia emocional sostenible.
De la misma manera que el mundo necesita cambiar los hábitos de consumo, también desde el sector cultural tenemos que hacer un esfuerzo en la modificación de los modos de consumo cultural y de construir conocimiento hacia unas prácticas más sostenibles. Y esto va mucho más allá de programaciones que aborden problemáticas ecológicas y crisis climática, de algunos reajustes sostenibles o de tomar medidas básicas en el ámbito medioambiental.
No somos pocos los que trabajamos en esta línea a nivel global desde hace años, incorporando en nuestros proyectos planes de sostenibilidad y asesorando a instituciones y organizaciones en la realización de planes estratégicos de sostenibilidad integral. Lo más emocionante es ver como, con el paso de los años, son cada vez más las instituciones que se embarcan en esta tarea de construir de manera genuina nuevos espacios que, desde los diferentes ámbitos de la cultura, contribuyan a la creación de un mundo más habitable.
Un paso interesante sería establecer una alianza entre todos ellos y, tal y como llevo tiempo proponiendo, desarrollar finalmente el movimiento CUT (Cultura en Transición), inspirados por los pasos del movimiento Transition Towns. El movimiento de Transición surge a partir de Kinsale 2021, un proyecto piloto participativo de descenso energético de mano de Rob Hopkins en 2005 para Kinsale, Irlanda. Poco después de este se crea la primera iniciativa de transición en Totnes, Inglaterra. A partir de aquí Hopkins cofunda el Movimiento Transition Towns[2], que se centra en las problemáticas interrelacionadas del pico de producción del petróleo y el cambio climático. Desde entonces han ido surgiendo iniciativas de transición centradas en la resiliencia comunitaria a lo largo de todo el mundo[3]. Éstas no pretenden ofrecer soluciones prescriptivas sino que intentan actuar como catalizadores para que cada población explore y elabore sus propias respuestas.
La propuesta CUT (Cultura en Transición) pretende aplicar las premisas de los movimientos de transición a la esfera de la cultura, adoptar su visión propositiva y carácter pragmático. Para ello, además de un plan integral sistémico con una hoja de ruta clara, cobran importancia clave factores como la relocalización, la descentralización, el contexto cercano y la pequeña escala.
Se trata de un gran reto colectivo al que solo nos podemos enfrentar con una visión transdisciplinar (todas las profesiones implicadas) e interdependiente (ningún individuo puede ser autosuficiente).
Ante un modus operandi depredador con el entorno, las preguntas que se formulan han de ir de la mano de alternativas, soluciones y actitud activa. Un nuevo modelo social no puede darse si no va acompañado de un nuevo modelo cultural, y para eso nos tenemos que poner las pilas.
*Blanca de la Torre actualmente es comisaria jefe de la 15 Bienal Internacional de Cuenca (Ecuador), responsable del Aula Sostenible del Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria y directora artística del proyecto Overview Effect en colaboración con varios museos internacionales.
[1] Noam Chomsky y Robert Pollin (2020), Cambiar o morir. Capitalismo, crisis climática y el Green New Deal. Madrid: Clave intelectual, p. 164
[2] https://transitionnetwork.org/
[3] Para más información sobre la Red de Transición en España: https://www.reddetransicion.org/