“Érase una vez una estudiante de cine que escribía poemas”. Así empieza esta corta historia que nació apenas dos años atrás. Este comienzo, lejos de ser interesante para algunos, llamó mucho la atención de otros por considerarse la poesía una cosa vieja o “de otro siglo”. Fuera como fuera, la estudiante contaba historias: se sentaba frente al ordenador e inventaba pequeños cuentos que después enviaba a Jorge Herralde (fundador de la editorial Anagrama; su maestro, mentor y nuevo amigo por correspondencia) para su corrección. Él la animaba a seguir luchando y defendía su faceta de escritora, pero a la alumna le faltaba fuerza de voluntad, y nunca acababa sus proyectos de novela. Con los guiones ocurría lo mismo: enseguida cambiaba de opinión, y se decantaba por una idea que creía mejor. Había quienes sospechaban que la respuesta se escondía tras algún principio de TDH.
Lo que estaba claro era que necesitaba expresarse de una forma más urgente y directa. Pronto descubrió que rimar le encantaba, y que tenía la facilidad (gracias a los poemas) de crear letras y melodías pegadizas. Pero le daba vergüenza ponerse a cantar, ya que consideraba a su voz hablada una buena voz, sin embargo, a su voz cantada le faltaba mucho recorrido. Así pues, decidió hacer canciones habladas, y pronto nació Dicen de Ti.
Junto con este primer single comenzó la creación de un alter-ego para divertirse sin tapujos, y decidió apodarlo “Jordana B.”, haciendo honor a la coprotagonista de la película Submarine. Hoy, Jordana B. cuenta con un excelente reparto de tareas a nivel musical en el que Yessica Vera (bajo) y Mónica Vicente (batería) añaden la técnica, profesionalidad y experiencia musical que, yo misma, María Solá (voz) intento compensar con desparpajo, volatilidad y frescura, creando un equilibrio y demostrando que la calidad también es juego. A la guitarra y como incorporación repentina tras una baja inesperada, Mané López (también productor musical) nos acompaña aportando potencia y “garra” a las nuevas canciones de nuestro próximo EP.