Cuando vivía en Berlín, Mike Milosh tuvo una revelación: ya no quería hacer música electrónica con el portátil como los demás, quería reunir a una orquesta que ha convertido a Rhye en lo que es hoy. El canadiense arranca 2021 con nuevo disco, Home, un LP confeccionado con un erotismo gentil que se desviste lentamente desde su nuevo hogar en Los Ángeles. Foto portada © Emma Marie Jenkinson
¿Qué golpe de batuta lo cambió todo?
Cuando vivía en Berlín actuaba en solitario y hacía electrónica como muchos otros, pero llegó un momento en el que me cansé de hacer música con el portátil, quería una orquesta, trabajar con instrumentos. Eso lo cambió todo y de ahí nació Rhye. Pagar a siete músicos, los viajes, hoteles… etc, es muy caro y si piensas demasiado en ello, lo dejas. Pero lo más importante es que tenía claro que quería contar con una gran banda, lo demás llegó solo.
¿Qué ha cambiado para ti en el último año?
Me he comprado una casa en Los Ángeles donde me he montado mi propio estudio. He vivido en varias ciudades, pero nunca había echado raíces en ninguna hasta ahora.
¿El hogar está donde está el corazón?
Es mucho más. El hogar es sagrado, un lugar desde el cual construyes tu vida, donde poder ser creativo. He construido un hogar para el arte. Rodeado de árboles, mezcla lo rústico con una tecnología con la que me puedo permitir hacer la música que quiera. Si alguien está trabajando en un proyecto conmigo, viene a mi casa y trabajamos juntos. Vivimos en una parte de Los Ángeles donde no está permitido que vuelen helicópteros ni aviones y por la noche no hay luz en las calles así que puedes ver las estrellas, es muy tranquilo.
La canción Helpless es una aceptación de tu vulnerabilidad. ¿No te sientes desprotegido?
La vulnerabilidad es una parte muy importante del artista. Cuando haces música eres vulnerable, estás dejando que la gente entre en tu mundo, tus ideas, tus sentimientos y tus emociones. No hay necesidad de ser orgulloso.
¿Crees que has ayudado a que los hombres acepten mejor su vulnerabilidad?
Sí. En mi comunidad de amigos todos somos muy comunicativos, el machismo es casi inexistente. Rhye al principio no daba muchos conciertos, erais casi elitistas… Antes de parar por la pandemia dimos 122 actuaciones en un año. Necesito un día después de cada concierto para descansar la voz, pero me gusta mucho tocar en directo. Lo que no me gusta es hacer lo mismo cada noche porque se hace aburrido para todos. En la banda nos estamos poniendo a prueba continuamente. De repente le pido al guitarrista que haga un solo cuando normalmente no lo hace o propongo hacer una canción con todos a cappella. Les mantiene alerta.
¿Te ha provocado alguna discusión con los músicos?
Sí, pero me encanta (risas).
¿Harías una gira en solitario?
No como Rhye. Ya tengo otro proyecto llamado Secular Sabbath con el que actúo solo con un sintetizador. Rhye es un show mucho más grande, casi como un concierto de rock clásico, aunque somos más R&B. No hay ordenadores con pistas pregrabadas, todo lo que suena se toca en directo con siete personas sobre el escenario, violines, guitarras, órganos, etc. Sin mi banda no habría conciertos de Rhye. Es lo que he estado construyendo durante diez años, tener la capacidad de poder tocar con una gran banda.
¿Cómo sobrevive un músico sin conciertos?
Soy muy bueno ahorrando, lo heredé de mis padres (risas). Intento gastar el dinero con cabeza. Por ejemplo, montar un estudio en mi casa me ahorra alquilar otros sitios y así puedo invertir el dinero en equipo nuevo. También cuando me compré una cámara lo hice para grabar mis propios vídeos musicales. El vídeo de Come In Closer lo grabé con unos amigos y sus hijos en la montaña.
He visto tus videos con Beck en Instagram.
Somos muy buenos amigos, quedamos mucho. Con la pandemia nos hemos hecho un grupo con el que montamos cada semana una clase de danza en mi salón o cantamos para sentirnos mejor a pesar de todo lo que está pasando fuera.
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