Licenciado como Ingeniero Industrial en la Universidad de Columbia sus proyectos siempre han presumido de tener los mejores acabados del mundo. Un amigo y reconocido fotógrafo de arquitectura, Pablo Zuloaga, le confesó que en sus construcciones todo era perfecto, pero echaba en falta un mayor contenido estético. Siguió su consejo y de forma inmediata se puso a buscar su socio ideal: lo encontró en el estudio de arquitectura del brasileño Marcio Kogan, MK27, con quien lleva trabajando cerca de una década. “En España no lo conocía nadie. Hace dos años representó con un proyecto suyo a Brasil en la Bienal de Venecia. Y ahora los grandes estudios internacionales lo buscan”. Recuerda Enrique que tenía unos recortes de fotos de algunos proyectos que le emocionaban y al entrar en internet los encontró en la web de Kogan sin saber que eran suyos.
Lo más nuevo que tiene Caledonian en marcha es una promoción que se construirá en el barrio de Prosperidad de Madrid, en la calle Javier Ferrero. La necesidad de aportar algo nuevo, además de una búsqueda de la excelencia en la calidad de edificación, es una de las bases de su trabajo. Y en este caso, la innovación se centra en el modo de vivir. En apariencia es una promoción de apartamentos de lujo, pero en realidad se cimenta en el concepto de hotel. Los inquilinos dispondrán de todo tipo de servicios (lavandería, limpieza, seguridad, mantenimiento, etc), pero con unos gastos de mantenimiento mucho menores que los que supondrían en una casa convencional, además de tener jardín, dos piscinas (exterior e interior), sauna, spa (el mayor de todo Madrid), gimnasio, etc. Hasta una cafetería integrada, directamente comunicada con el inmueble. En vez de portería, habrá una recepción.
“La clave de que sea mucho más económico, proporcionalmente, vivir aquí está en la calidad de la edificación”. Por su perfecto aislamiento “para conseguir inercia térmica”, y por el uso de energías eficientes y limpias como la geotérmica. Será el edificio más eficiente energéticamente de la Comunidad de Madrid, posee la certificación Leed Platinum. Usará un 35% menos de agua y un 30% menos de energía que un edificio residencial ordinario.
“Nuestro concepto siempre ha sido hacer una cosa superior al resto, que no hubiese discusión de si era mejor o peor con respecto a la competencia”. Y para ello su margen de beneficio es mucho menor que el de otras empresas, de hecho, estuvo al borde de la ruina en 2010 por ello, pero él defiende que esa búsqueda de hacer primar la calidad hace mejorar a la sociedad.
Presume de que cuando construyeron su promoción de Somosaguas “venían haciendo turismo arquitectónico suizos y nórdicos a visitarla”. Y él mismo hacía la visita guiada. En ella se planteó el equivalente a un bloque de pisos como un conjunto de fichas de Lego gigantes de una sola planta”.
El próximo sueño (que ya ha hecho realidad en proyecto) es construir Viviendas de Protección Oficial de alta calidad. Está buscando socios que puedan aportar el terreno que se necesitaría (“del orden de 30 a 50.000 m2”), en las que la gran calidad de materiales y eficiencia energética compensarían el precio inicial. “Hace años se rieron de mí cuando propuse esto, pero va a ser muy gracioso cuando salga bien” afirma, bromeando muy en serio.