El último disco de la banda Hinds vio la luz el pasado mes de junio: diez temas escritos y grabados entre Los Ángeles, Londres y Madrid prueban la evolución del grupo incorporándose a su discografía en este álbum de influencias ochenteras dentro de su sonido garage. Con esta portada, diseñada por Ouka Leele, dan un giro a su estética mostrándose más seguras que nunca de su sonido y echándolo a volar. Hablamos con Carlotta Cosials y Ana García Perrote sobre su momento actual. Su próximo concierto en Madrid será el 10 de septiembre dentro del festival Tomavistas Extra en el Parque Enrique Tierno Galván.
El disco entero es una fiesta, y también un golpe de puño en la mesa. Da la impresión de que, si vuestra vida entera estuviera grabada, esta sería la parte de la película en que las protagonistas deciden hacer lo que les da la gana y confiar en el proceso. De esta forma os habéis aventurado a meter todo tipo de “joyitas” musicales en forma de onomatopeyas, gritos guturales, conversaciones y fragmentos en español (como es el caso de Good Bad Times o Boy). En resumidas cuentas; todo un disfrute. ¿Afirmaríais que este es vuestro trabajo más experimental hasta la fecha?
Ana [A]: Creo que esta ha sido la primera vez que nos permitimos jugar. Con los dos discos anteriores siempre intentábamos asemejar las grabaciones todo posible al directo. Solíamos ir más a lo seguro. Entonces teniendo ya estos dos discos a la espalda decidimos que era hora de probar un montón de cosas y no preocuparnos tanto por cómo iba a sonar en directo, por si metíamos unos instrumentos u otros… Queríamos probar de todo y ya iríamos viendo porque, al fin y al cabo, si no pruebas no avanzas. Y sí, ha sido una gozada, nos ha dado la libertad para unas cosas que alucinas. Todo lo que hacíamos se lo íbamos enviando al equipo, les mandábamos de todo y a veces nos decían “Me encanta esta, va como single…” y nosotras “¡No, pero si esto solo era una prueba!”. El hecho de tener tiempo nos ayudó a no agobiarnos ni prejuzgar, no hemos censurado la idea antes del desarrollo.
En el videoclip de Good Bad Times se os muestra como heroínas al más puro estilo Flash Gordon, en Riding Solo como vaqueras modernas, y en Just Like Kids aparecéis en un “registro” más normal, tocando en lo que se asemeja a un espacio de ensayos. ¿Os divertís interpretando personajes? ¿En qué manera está presente el arte dramático en vuestras vidas?
[A]: ¡Es súper divertido, nos lo pasamos genial! Carlota [C]: A mí me encanta. Yo era actriz cuando era más chica y hay cosillas que echo mucho de menos. El meterte de verdad un personaje es muy especial. Ana estudiaba también teatro en el cole, y siempre me decía que estaba deseando que le diesen un papel de mala, de “bruja piruja”. Es su papel soñado. Y si hay algún papel que a mí me encantaría hacer es el de Niña Salvaje. Cuanto más interpretemos y más videoclips hagamos, mejor.
This Moment Forever: una balada de rock que fácilmente podría encabezar la secuencia de un baile lento de instituto. En vuestro álbum se toca mucho el tema del amor, pero también hay un fuerte mensaje explícito de amor hacia uno mismo. Ese self-love que a veces nos hace tomar decisiones teniendo que dejar por el camino a personas que quisimos en algún momento… En estos tiempos de tanto Instagram y exhibicionismo, ¿nos queremos más de lo que debemos o nunca es suficiente?
[C]: No creo que Instagram sea un reflejo de cuánto quieres a una persona. Creo que las mentes jóvenes son las más vulnerables a esto y con las que hay que tener más cuidado. Te das cuenta de que realmente las redes pueden tener un poder muy negativo en la autoestima provocando enfermedades mentales y trastornos de cualquier tipo: la comparación es una cadena infinita. Menos mal que nosotras ya teníamos cierta edad cuando nos metimos en el mundo de Instagram porque a veces te sientes hasta tonta. Es una herramienta a la que le tengo cariño porque es como exponer de un modo artístico un diario de tu vida, pero esta buena idea tiene muchísimos agujeros a todos los niveles, sobre todo al de estabilidad mental y tranquilidad. Creo que no ha habido ni una persona que no se haya sentido así alguna vez. [A]: Yo creo que Instagram no ha ayudado nada para el self-love sino que hace mucho más daño del que creemos. Te comparas con algo que una persona está proyectando, no con lo que es en realidad. Amber y yo nos desinstalamos la aplicación cada dos por tres, es una conversación que solemos tener continuamente. Nosotras tenemos el doble filo de que para el grupo es muy importante, es publicidad gratis para cualquier concierto. El Instagram del grupo no puede desaparecer porque es cierto que en ese sentido ayuda mogollón.
The Prettiest Curse. Vuestro tercer álbum rebosa atrevimiento y confianza, lo cual se manifiesta en títulos como Riding Solo: canción que hace referencia al progreso vital y a la soledad que este conlleva. No es de extrañar que saliera como single, haciendo referencia a su profético nombre. Así, este tema trata una sorprendente paradoja en la vida del artista, al estar “… en todas partes y en ninguna a la vez. Rodeadas de desconocidos la mayor parte del tiempo…” tal y como explicabais en vuestras redes sociales. Todo esto queda está reflejado en la propia canción, que fue escrita en Los Ángeles, producida en Londres y con videoclip rodado en Madrid. ¿Hay que obsesionarse y centrarse únicamente en lo que uno quiere para alcanzar sus metas, o es totalmente factible compatibilizar este tipo de vida profesional con la personal? ¿Es importante esto último?
[C]: Sí, es imprescindible. Es de las cositas que hemos ido aprendiendo con los años… Es cierto que, al pertenecer a un grupo de música, sin querer acabas perteneciendo también a una especie de micro-comunidad que pasa a ser casi más importante que tu individualidad. Es como una lucha interna, porque el crecimiento personal se ve un poco eclipsado por el crecimiento del grupo en su totalidad. Eso de una manera u otra hará que crezcas en otro sentido, pero el no tener tiempo para ti mismo, para tu aprendizaje y para el descubrimiento de tu persona… genera mucha ansiedad. El no saber quién eres y lo que te gusta o no te gusta, no es bueno. Creo que hay que forzarse a para tener ese tiempo para uno mismo. 2019 ha sido el primer año que en HINDS decidimos que los fines de semana iban a existir, que íbamos a tener fines de semana. A penas hablamos un sábado o un domingo sobre el trabajo, tratamos de respetarlo. Con tal de que estés el lunes a primera hora currando, nadie te va a decir nada. Creo que eso ha marcado una gran diferencia en nuestra gestión de trabajo. Al fin y al cabo, generalizando, un autónomo está todo el tiempo dedicado a su propio negocio y no te relajas ni de vacaciones. El último verano libre que recuerdo como tal fue a los 18. Y entonces ocurre que, al dedicarte durante 5 años sin parar a un proyecto tan apabullante y personal te lleva a escribir canciones como Riding Solo que efectivamente habla de la soledad, o Play, que habla sobre la crisis de identidad. Creo que tener anclajes siempre es útil, pero en el fondo eres tú quien te tienes que recordar constantemente lo que eres.
Hablemos de Just Like Kids (Miau) o, como también podríamos llamarla, “I didn´t ask for your opinion”. Esta canción es un noqueo en toda regla, y es que a vosotras siempre os han pedido explicaciones, como si alguien las mereciera. ¿Por qué creéis que a un personaje público se le exigen este tipo de cosas?
[A]: En nuestro caso era por ser mujeres, por ser felices, por mostrarnos vulnerables, porque jamás hemos formado una coraza… Siempre hemos dado la imagen de ser muy accesibles, y es porque lo somos. Y claro, en el momento en que empezamos a tocar, la música Indie estaba muy enfocada a un perfil concreto y homogéneo de hombres. Nosotras éramos muy diferentes a eso y también a la música de guitarras que se escuchaba aquí, entonces funcionamos fuera. Sucedió así, tampoco era nuestra culpa. [C]: Y oye, no es que solo hubiera un pasaje al extranjero y que las HINDS lo arrebatáramos. No es así, no hay unas plazas limitadas. No nos gusta que nos culpen de eso. Luego también está el factor del idioma, no habríamos funcionado igual fuera si hubiéramos cantado solo en español.
¿Cuál es la ciudad en la que más os ha gustado tocar hasta ahora?
[C]: A mí me gusta decir Madrid, porque siempre es muy especial. Todas las veces que hemos tocado aquí han sido diferentes. Nos acordamos del concierto de la Joy que fue muy guay, del Ocho y Medio, que lo llenamos de globos y confeti por primera vez… Al ser la ciudad en la que más veces hemos tocado puedes ver como crece la relación con el público: es precioso ver una relación crecer. Pero refiriéndome a otra ciudad, también me gustó Tokio. Tokio fue alucinante. [A]: Eso es lo mejor, al final es lo que hace que esto no sea rutinario, cada ciudad es un mundo. Por ejemplo, los fans en Tokio no bailan… ¡Pero aplauden que te dejan sorda! Gritan mogollón y luego guardan silencio. Absorben todo lo que haces, tienen un respeto alucinante. Luego NY y Londres también molan mucho, allí están muy acostumbrados a ver conciertos y estamos orgullosas de la relación que poco a poco hemos llegado a tener con estas dos ciudades… Nos hemos labrado a pico y pala que disfruten, canten y bailen.
El amor, el deseo, la sensualidad están patentes en las voces de este disco, pero también suena a sol y tranquilidad. Vuestro verano pasado fue intenso… ¿Cuál es la sensación o el recuerdo más fuerte que os viene a la mente cuando repasáis el verano en Los Ángeles?
A]: Para mí el recuerdo más fuerte es conducir con Carlota por LA en un coche que alquilamos. Normalmente tenemos un tour manager que es quien conduce y nos lleva, y a Los Ángeles no fuimos con tour manager; fuimos para componer, no había nadie del equipo. Era una sensación super nueva, muy diferente a como hemos compuesto antes. Cada par de días teníamos una sesión con productores para probar cosas nuevas, nos sentíamos con una fuerza de equipo extraordinaria todo el tiempo. Sol, verano, canciones… Estábamos ahí trabajando, no eran vacaciones, pero dio la sensación de “viaje” de tres semanas.
¿Qué “caprichos” musicales os quedaron por cumplir?
[C]: Cuando terminas un álbum cuesta mucho parar, abandonarlo. Un álbum no se termina, se deja, porque podrías seguir eternamente modificando. Yo no cambiaría nada, aunque tenemos aún cosillas en la recámara: una colaboración que debe estar a punto de salir, otra canción que grabamos en NY y que es la favorita de Amber… Es gracioso porque, cuando terminas el álbum te quedas con la inercia y las ganas de seguir. Recuerdo que vi una película y pensé “Ay, esto me encantaría meterlo en el disco” pero ya no hay álbum donde incluirla, así que empezamos a apuntar para el siguiente, y antes toca vivir la gira. En los años de girar intentas mantener mentalidad de “soldado”; tu carácter se transforma, porque sentirte triste es lo peor que te puede pasar de gira, así que tratas de no dejarte afectar por nimiedades. Sin embargo, los años de componer son todo lo contrario: pasas a ser una especie de esponja y todo te puede servir como inspiración, absolutamente todo. [A]: A la hora de componer solemos compartir por el grupo las inspiraciones, referencias, cosas que escuchamos que nos gustan… a veces la idea cala y a veces no. El proceso inicial de composición lo solemos hacer Carlota y yo, suele comenzar en nosotras.
Dicen que el hogar no es necesariamente la casa familiar o el territorio donde una nació, sino el lugar donde dejamos de huir, ese lugar al que uno vuelve siempre para encontrarse. ¿Dónde diríais que está vuestro hogar?
[C]: En Madrid. A mi parecer, tiene algo peculiar e irreemplazable, y no creo que sea por haber crecido aquí, de verdad creo que es muy buena ciudad. ¡Yo ahora estoy paseando como si fuera una turista, no paro de sacar fotos! [A]: Sin duda Madrid. Cuanto más viajamos más apreciamos estar aquí, la ciudad y la familia…
Para todos los que nos quedamos currando y echando en falta los festivales ¿Qué nos recomendáis para afrontar un verano en Madrid? Lugares que hay que visitar, planes, eventos… Una lluvia de ideas al más puro estilo Hinds.
[C]: Nosotras nos quedamos aquí, a mí me encanta Madrid en verano. Lo principal es buscar a un amigo que tenga piscina: es una actividad que me ha llevado toda la vida y aún no lo he conseguido… ¡No es tan fácil! Aconsejamos aprender a tocar la guitarra, un nuevo idioma… el cine de verano del parque de la Bombilla también es una buena opción.
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