Álvaro LaFuente, “Guitarrica”, cuenta que su primer contacto con la música fue el iPod de su hermana. Seguramente sería verano, y lo más probable es que ocurriera en Cuevas de Cañart (Teruel), el pueblo de su abuela —que también considera el propio—, donde “la vida es tan bonita que parece de verdad”. “Nana Triste”, su colaboración con Natalia Lacunza, destapó el secreto que, hasta entonces, solo disfrutaban unos pocos privilegiados. Ahondamos en las raíces de una de las voces más prometedoras del panorama nacional.
Guitarricadelafuente pasó de ser tu nombre de usuario en Instagram a tu nombre artístico. ¿De dónde viene?
Mi familia es aragonesa y siempre he dicho que siento que mi afición por la música viene por de dónde vengo y por el pueblo de mi abuela, Cuevas. Allí empecé a tocar la guitarra y a hacer música. Es un guiño a mi pueblo y a Aragón: “Guitarrica» [aragonesa].
Precisamente, a Cuevas de Cañart le dedicas un verso en Guantanamera sobre lo bonita que es la vida allí. ¿Qué lo hace tan especial?
Cualquiera que tenga un pueblo tiene un lugar al que acudir para descansar y desconectar. Suena idílico y, quizás, algo cursi, pero creo que lo que tiene de especial el mío es que, al ser tan poca gente y conocernos todos, te sientes muy a gusto en su ambiente. Se te pasan las horas y tienes la sensación de estar en una burbuja. Entiendo que ese mismo sentimiento lo tendrán otras personas por sus respectivos pueblos, pero es lo que siento yo al pensar en el mío.
¿Te escapas allí para inspirarte?
Sí, es un sitio donde es muy fácil componer. Es un pozo de ideas de donde nace mucho imaginario. En lo que quiero preparar ahora, me gustaría versionar alguna canción popular aragonesa, para seguir haciendo referencia a mis orígenes.
En entrevistas, parecías convencido de lanzar un EP este otoño, pero ahora hablas de disco más largo…
He tenido muchos cambios en mi vida y creo que me han pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Tenía la idea de sacarlo, pero no me ha dado tiempo, así que he empezado a grabar lo que va a ser un disco… espero, si no cambio otra vez de opinión. No quiero hacer algo rápido solo por aprovechar el momento, sino algo que me identifique y con lo que me sienta a gusto. No voy a incluir temas antiguos, porque tengo ganas de probar y añadir cosas nuevas, de hacerlo más divertido para mí.
¿Qué hay de tus influencias?
Siempre he sentido mucha atracción por la música folklórica del mundo: la música tradicional de cantautores latinoamericanos, el flamenco… Son músicas muy viscerales, que desprenden mucha emoción, y creo que cualquiera puede inspirarse en ellas. Me gustaría sentir que lo que hago se parece a eso.
¿Te ha llegado ya alguna crítica sobre “apropiación cultural” por no ser andaluz, pero cantar con deje aflamencado?
La gente se suele pensar que soy de Málaga o de Sevilla y, sí, me han llegado mensajes tipo “Qué rabia me da, que está poniendo acento andaluz sin serlo”. Creo que hacer música inspirada en una cultura que no es la tuya, siempre con respeto, debería considerarse positivo. El ver cómo hay gente que aprecia tu cultura y la toma como referencia. Tener ese sentimiento, pienso, es lo mejor que se puede hacer. Si se le ponen tantas barreras y pegas a la música, al final se queda estancada.
Los medios hablan de ti como «fenómeno musical”. ¿Da vértigo?
Sí, mucho. De hecho, me pensé el tema de hacer la colaboración con Natalia Lacunza, porque me daba miedo estar tan expuesto. Puedes llegar a mucha gente, pero no sabes si para ese público te vas a quedar en algo pasajero. Me daba mucho respecto, pero acabé dándome cuenta de que lo importante era mostrar mi música. Empiezas a tener inseguridades, porque piensas en que hace un año todo esto era inimaginable, pero también te marcas nuevos objetivos, como lo de hacer un disco.
¿Qué te dicen ahora en el pueblo?
El otro día una amiga de allí, que vive en Madrid y viene a casi todos los conciertos, me dijo “Sigo flipando con que la gente esté cantando el nombre del pueblo”. Creo que están muy contentos y es bonito que te apoyen en tu casa.
*Al inscribirte en la newsletter de El Duende, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de El Duende que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.