Srta. Álvarez, Nani…Da igual cómo la llamemos. Ella es Henar Álvarez y es una de esas mentes creativas imprescindibles para que el sector audiovisual avance. Ha sido bloguera, presentadora, monologuista y guionista, entre otros quehaceres. Esta madrileña tiene claro que este es su sector. «Siempre ha sido de cosas que no sirven para nada: libritos, peliculitas y risitas», declara. «Lo que me falta por hacer es crear ficción, mi idea es ir hacia allí. Y que sean mis propios proyectos, no que alguien me contrate para el suyo».
De momento va muy bien encaminada. Además de ser una de las mentes pensantes en el programa ‘Las que faltaban’ de Movistar+, tiene una sección en el programa ‘Buenismo Bien’ de la SER donde vela -siempre con risas, claro está- por visibilizar la sexualidad femenina «porque todavía no está aceptada por la sociedad» y acabar con todas las barreras con las que las mujeres nos topamos día a día.
«Si lo haces bien, el humor puede llegar a todo el mundo. Algunos chistes pueden conllevar una ideología que yo no comparto, pero si está bien hecho, me voy a reír igual», comenta Henar, que en los últimos meses ha hecho sketches, ha compuesto una plegaria a los empollones fuckers además de una canción para aquellos que comparten vídeos de contenido sexual. «Lo que hago es feminista porque yo lo soy. Para mí es una forma de vida”. Los últimos meses han sido un suma y sigue, aunque si hay algo de lo que se siente orgullosa, es del monólogo que presentó en el programa ‘Late Motiv’ un cántico dedicado a «las putas de la clase».
Cualquier tipo de creatividad es bienvenida para lidiar contra la brecha de género, a pesar de los haters. «Cuando escribía artículos de opinión acabé bastante cansada de soportar insultos. Me da rabia que al final tengamos que callar: conseguimos pocos espacios para dar nuestra opinión en los medios mainstream, y al final la sociedad te organiza para que te calles tú de manera voluntaria. El sistema sigue beneficiando a la voz masculina», continúa, «el número de escritores publicados dobla al de escritoras. Cuando han empezado a salir más voces femeninas y destacar, aunque solo sea porque no se ha hecho antes, el miedo de los hombres ha quedado expuesto. Si ya ellos lo tienen difícil para llegar a donde sea, al ver que la competencia se multiplica por dos les consterna. El miedo existe y está ahí».
Y es que ya se sabe, para acabar con el patriarcado hay que atacar desde los cimientos, la educación: «Yo cambiaría los libros de historia y de literatura para que dejáramos de tener la visión de los señores. Un estudio que hizo Ana López Navajas dice que solamente hay un 7% de mujeres en todos los libros de texto. Eso es una manera de sesgar la historia y de contar lo que a ti te interesa».
Su inspiración viene desde muchos frentes, tanto del cine como de los libros. Y no sólo lee las últimas novedades, también presta atención a esa literatura que no nos enseñaron en el colegio: ha descubierto a las clásicas y está fascinada con la obra de Emilia Pardo-Bazán o la de Charlotte Brontë, que acaba de redescubrir.
Henar es una influencer necesaria, aunque asegura que no lo es ni lo quiere ser: «Soy una persona que se dedica a la comedia y las redes las uso para mostrar el trabajo que hago».
Ella seguirá fundando revistas, recolectando anécdotas de todo tipo y condición y combatiendo las injusticias de género por los canales que tenga en su mano: escenarios, programas, periódicos o redes sociales. Ah, y también inventa nuevos vocablos, como ‘chichicobra’. Averigüen ustedes su significado.