Halma, que así se llama la obra que ha escrito a raíz de ese encargo, y que ella misma va a dirigir en la sala El Mirlo Blanco del Teatro Valle-Inclán, se inscribe dentro de un ciclo de reciente creación en el CDN, llamado En letra grande, que trata de rendir homenaje y dar visibilidad a una serie de mujeres que contribuyeron notablemente a la renovación de la escena en España y que, sin embargo, han quedado injustamente sepultadas en el olvido o, cuando menos, relegadas de manera arbitraria a un oscuro rincón del Parnaso.
Autora teatral, narradora y periodista, y bautizada en realidad como Mª Francisca Clar Margarit, Halma Angélico –que es el pseudónimo que adoptó para firmar sus obras-, plasmó en todas sus obras su preocupación por los derechos de las mujeres y fue la única escritora que estrenó una obra durante la Guerra Civil. Aquella pieza de connotaciones políticas, titulada Ak y la humanidad, es precisamente la piedra angular a partir de la cual Yolanda García Serrrano ha escrito Halma. Los protagonistas, inspirados en sendos personajes reales, son Manuel, director y actor principal de aquel montaje de 1938 -al que da vida Enrique Asenjo– y Halma, la autora -interpretada por Ana Villa-, que está recibiendo críticas por la obra y que le plantea a Manuel cancelarla.