ORÍGENES. Surgió como refugio y vía de escape en el Harlem de los años 60 dentro del colectivo LGTB y drag, llegando a convertirse en un movimiento underground con el que expresarse en libertad. “Especialmente entre colectivos afroamericanos o latinos”, explica Silvi Mannequeen, bailarina pionera de la Escena Ballroom Voguing en España. Silvi es organizadora de exhibiciones como The Fabulous Kiki Ball el pasado mes de enero o la Kiki House of F.A.B., de la que fue “Mother”, y que ha conseguido grandes premios en la escena a nivel internacional (Nueva York, Bulgaria, París). La inspiración máxima eran la mujer y la moda. “En las cárceles de los años 60, mientras los presos heterosexuales salían al patio, los homosexuales se ponían a hojear la revista Vogue imitando las poses de las revistas y creando coreografías”, apunta Jordi Chicletol, experto en cultura Pop y activo impulsor del Voguing y de la escena underground barcelonesa. “Este movimiento se trasladó a los guettos de ciudades como Nueva York, donde se empezaron a organizar fiestas privadas, en las que transexuales y gays encontraban un espacio libre de expresión y de encuentro”. También nacen las familias-refugio que acogen a personas queer marginadas (las crews que conocemos actualmente).
COMPETICIONES Y VARIANTES. Una ball es un encuentro-competición dentro de la escena Ballroom donde se realizan ‘batallas’ organizadas en diferentes categorías, ya sea bailando Voguing, desfilando o mostrando otro tipo de creatividad. Los participantes muestran sus capacidades ante un jurado internacional. “Se puntúa el vestuario, la actitud, las destrezas de baile y la apariencia, todo a partir de una temática o vestuario”, aclara Silvi. “Todo por vivir la fantasía por un día”. En una kiki la escena es más amateur, divertida y familiar, más fresca y osada: “Es una ball que permite detectar a los nuevos valores y darles un espacio de visibilidad y aceptación donde participar”. El Voguing actualmente cuenta con variantes como el Old way, el New Way o el Vogue Fem.
FIGURAS CÉLEBRES. Si bien Madonna abrió la veda en los 90 gracias al videoclip y la mítica coreografía de su canción Vogue, hay otras celebrities que han incorporado poses de este baile en sus conciertos y videoclips a lo largo de las últimas décadas: FKA Twigs lo practicó en sus vídeos y directos hace algunos años y poco a poco fue calando en la cultura pop; también Rihanna, Lady Gaga, Ariana Grande y Kanye West & Teyana Taylor. “Ru Paul Drag Race utiliza mucha jerga de la escena ballroom y Katy Perry lo muestra en Swish Swish. Por no hablar de marcas como Diesel, Balmain o Desigual, que beben del baile y estética en sus campañas”, asegura Jordi.
PLAYLIST. House primitivo, con cajas muy duras y mucho bass (Chicago, Detroit…).
REFERENTES CULTURALES. “Paris is Burning (Jennie Livingston, 1990; disponible en Netflix) ayudó a comprender el calado de este baile y su cultura”, dice Jordi Chicletol. También el documental Kiki (Sara Jordenö, 2016). En junio llega luz la serie Pose, dirigida por Ryan Murphy, centrada en la Escena Ballroom Americana. Silvi Mannequeen también recomienda los libros Voguing and the House Ballroom Scene of New York (1989-92), de Chantal Regnault, o Legendary: inside the House Ballroom Scene, de Gerard Gaskin.
ESTÉTICA. Depende de la temática de la ball, pero se suele hacer referencia a la alta costura y al mundo de los desfiles. “En el Voguing no hay normas de vestimenta para el día a día, cada uno tiene una personalidad diferente y eso se refleja en sus outfits, aunque también depende del entorno en el que se muevan. Hay personas por trabajo, estudios o familia visten de forma conservadora y aprovechan las balls para ponerse todo aquello que les gusta y que no pueden usar en su entorno social”, asegura Mannequeen.
DÓNDE BAILARLO. Según Mannequeen, “un punto clave de práctica y reunión es Nuevos Ministerios (tanto la estación de metro, como en los soportales de la calle colindantes a El Corte Inglés), donde se practican diferentes estilos de danzas urbanas como Hip-Hop, House, Break Dance o Poppin’, y donde el Voguing ha sido aceptado con respeto”. La propia Silvi imparte clases en la escuela WOSAP (Cabestreros, 5)