“Se alquila área de 4 m2 de escenario en el Teatro Camões de Lisboa durante los 90 minutos de representación de la obra Perda Preciosa”. Así rezaba una valla publicitaria frente a uno de los stands de la última feria de ARCOmadrid.
El proyecto, titulado Miedo escénico, consistía en la cesión al artista por parte de la Companhia Nacional de Bailado de Portugal de un espacio escénico para su posterior alquiler a terceros. El autor de la instalación, Javier Núñez Gasco (Salamanca, 1971), consiguió su primer objetivo: “Sacar el teatro fuera de su propia convención –cuenta a El Duende– y ampliarlo a otros ámbitos relacionados con el día a día social”.
El alquiler de los 36 tablones de madera tiene un coste de 250 euros por función (los días 19, 22, 27 o 29 de abril) y permite a su arrendador hacer uso –“para cualquier cosa” – durante el espectáculo de danza contemporánea. “Aunque la obra vaya a desarrollarse en un espacio concreto lo principal en ella es el tiempo: tiempo de autor, tiempo de promoción y tiempo de desarrollo de los acontecimientos”. La lectura inmobiliaria aparece en la formalización del trabajo: el suelo del teatro a modo de piso piloto, las vistas desde el espacio, la valla publicitaria, el anuncio en idealista.com… “He usado los mismos mecanismos que cualquier persona utilizaría a la hora de promocionar un alquiler pero con la diferencia de que este alquiler no es sólo físico sino temporal y autoral” Núñez Gasco disfruta de una beca de la Fundación Marcelino Botín para desarrollar un nuevo proyecto de investigación relacionado con las artes escénicas. “Mi propósito era realizar una obra artística a partir de otra, y después seguir sumando y avanzando”. Miedo escénico se va a desarrollar en tres fases: “La primera consiste en la promoción del alquiler del espacio-tiempo, que no tiene por qué ser una espacio-entrada, en diversos lugares de la geografía española. La segunda tiene que ver con los acontecimientos que ocurran dentro del Teatro Camões, sean cuales sean. Y la tercera con la formalización de las dos anteriores para crear el objeto artístico”. En el dossier del proyecto está incluido el contrato con el Teatro, que hace una cesión sin coste y destina las previsibles ganancias a financiar los vídeos y fotografías que vayan surgiendo.
Lo que no saben ni la directora de la compañía ni los abogados y administradores del Teatro con los que ha tratado el artista es en qué medida afectará Miedo escénico al desarrollo de Perda Preciosa. “Tanto el público como los arrendatarios son parte activa de la propuesta, aunque puede que no sean conscientes de ello. Lo que ocurra en esos 4 m2 se puede considerar aislado del resto, aunque evidentemente se relaciona en una especie de simbiosis en la que una parte no puede vivir sin la otra”. No por casualidad Perda Preciosa está ambientada en una época en la que España intentaba reconquistar Portugal. “Conozco bien la propuesta del director André E. Teodósio. Miedo escénico tiene en cuenta el hecho histórico y por eso la promoción del alquiler se está realizando sobre todo en suelo español”.
A través del blog miedoescenico2012.blogspot.com.es Núñez Gasco recibe las pujas y propuestas de los interesados e informa a tiempo real sobre las novedades del proyecto, que se exportará a otros teatros dentro y fuera de Portugal. “Quienes se han animado a participar lo hacen a sabiendas de que su presencia allí influirá en el resultado final de ambas obras”.
Texto: Manuel Dallo. Foto: Miedo Escénico en Espacio Luis Sirvent, Vigo © Manuel G. Vicente.