Seguro que estás al tanto de la acción que Converse está realizando para apoyar la creatividad de jóvenes artistas por todo el mundo. El pasado marzo invitó a un reducido grupo de periodistas a París para que conocieran de primera mano a algunos de estos talentos.
Entre ellos está la jovencísima Olivia Bee, una fotógrafa de dieciséis años de Portland (Oregón, EEUU). El tema prioritario de su incipiente obra es la confusión y la ansiedad que presiden los años adolescentes. Olivia apunta y dispara con su Polaroid hacia su mundo más cercano, incluida ella misma.
A pesar de su juventud, sus fotos han aparecido en publicaciones como Seventeen, American Photo, Ink y Frankie.
¿Por qué te has llamado Olivia Bee (abeja, en inglés) en lugar de Olivia Bolles, tu nombre original? Empecé colgando mi trabajo en Internet cuando tenía unos once o doce años, y no quería poner mi verdadero nombre. Se me fue conociendo con este otro y de él ya no me puedo despegar.
¿Por qué te decidiste por la fotografía? Es tangible, es inmediata. Y te permite hacer arte en movimiento, en lugar de encerrada en una habitación.
Eres muy joven, ¿algún inconveniente? Mi edad me limita por mi aún escasa sabiduría profesional, pero creo también me aporta un punto de vista muy especial, que se aprecia en mis fotos.
¿Quiénes son tus ídolos, tus maestros, tus influencias? Mis influencias más importantes son mis amigos, vivimos esta aventura juntos, yo los fotografío. Pensando en otros fotógrafos, Ryan McGinley me parece alguien muy grande.
Has nacido en la era digital, pero estás enamorada de la Polaroid… En mi opinión, la película es mucho mejor que el resultado digital. Los colores son espléndidos, y me siento más cómoda, más ligera con esta cámara de película que con una cámara digital, más pesada. Las ventajas de la digital son obvias, pero la película me ganó con la belleza y el relieve que aporta.
¿Algún tema preferido? La gente es mi especialidad. Me gusta fotografiar a adolescentes, sus aventuras y la zona del noroeste (de Portland).
¿Cómo planteas una foto? La mayor parte de las veces sé exactamente lo que quiero en un retrato, y a menudo soy la única persona que tengo alrededor para fotografiar, así que me saco fotos. Suelo usar un trípode, y un temporizador remoto.
¿Qué te gustaría fotografiar? Lobos.
Cuando empezaste a colgar tus fotos en flickr, ¿podías imaginar esto (fama, publicidad, exposiciones…)? Ja, ja, ja, ja…. NO.
¿Estás pensando en cursar estudios superiores de fotografía? Mientras pueda conseguir trabajos fotográficos sólidos y prometedores, no me interesa especialmente ir a una escuela de fotografía. Me gusta ser autodidacta, aprender pequeñas lecciones en mi camino, y aunque supongo que una enseñanza reglada me ayudaría mucho, no está entre mis prioridades.
Vendes tus fotos por Internet, ¿tienes muchos pedidos? ¡Sí!
¿Cómo comenzó tu colaboración con Converse? He hecho dos colaboraciones con Converse. La primera fue en junio de 2009, cuando retraté a varios de sus modelos, y surgió la chispa para hacer una campaña completa. Me siento muy afortunada de que me encontraran en Internet.
¿Qué tal es tu experiencia con la marca y el resto de los artistas? El resto de los artistas son gente maravillosa, y me gusta que cada uno tenga un perfil creativo diferente. Y en cuanto a la marca, la relación también es fantástica, su filosofía de trabajo tiene mucho valor.
Tus padres te acompañan a todos tus eventos (podemos verlos en París con Converse). Supongo que están contentos… Ja, ja, ¡supuestamente lo están!
Texto: Esther Ordax