Lo habitual, lo convencional, lo rutinario, acaba por cansar. Incluido el clasicismo en la fotografía, también cansa. La fotógrafa argentina Gaby Herbstein escapa de lo común. Así consigue ofrecernos un estímulo lúdico. Herbstein tiene a sus espaldas una trayectoria fotográfica de diecisiete años. Su estilo transgresor la ha convertido en una de las artistas más convocadas por prestigiosas marcas internacionales. Desde hace once años edita calendarios temáticos, que ya se consideran todo un clásico de la cultura urbana: en la portada de esta edición de El Duende puedes ver, por ejemplo, una de sus Aves del paraíso.
¿En tus retratos hay alguna pretensión de comunicar algo en especial? Mis imágenes tienen que ver con una búsqueda artística, pero siempre tienen un mensaje entre líneas. No me quedo solamente con el ego de haber logrado una bella imagen, necesito que esa imagen hable también. Para lograrlo investigo obsesivamente sobre cada tema que decido abordar.
A veces, tus retratos requieren una preparación casi escultórica del personaje y sus accesorios. ¿No te gustaría presentarlos como esculturas? La fotografía es el leguaje que escogí para expresarme. Todos los elementos que componen la foto son parte del mensaje, pero no son el mensaje en sí mismo. ¡Tengo todos los objetos que diseño para mis fotos en un cuarto criando polvo!
¿Cómo creas el ambiente óptimo para que tu modelo tenga la expresión que deseas? Previamente a la foto, busco un intercambio de energías. Mientras maquillan, peinan y visten al fotografiado amo conversar y escuchar buena música. La idea es romper barreras, buscar gustos en común, casi todos los tenemos… Y si no los hay, voy por la parte del ego de la persona, ahí no fallo.
¿Prefieres fotografiar a un conocido o a un desconocido? Tengo un entrenamiento de años (veinte), fotografiando extraños… Son distintas las partes mías que se movilizan al fotografiar alguien a quien quiero.
¿Cuál es el objetivo más apropiado para hacer un retrato? El lente normal, es el que más se asemeja a la mirada humana. Es la mirada más honesta en mi opinión.
Texto: Julieta Primoy
Foto superior: Gaby Herbstein, Palomas. Barroco. Del libro Aves del paraíso. Huella Ecológica– Iniciativa Fundación Azara. 2008.
Foto inferior: Gaby Herbstein, Ricardo Darín.