CuldeSac pretende ser un espacio creativo diferente, donde profesionales de distintos campos dialoguen e intercambien conocimientos. El fruto de uno de estos diálogos ha sido The Design Circus, una exposición comisionada por este colectivo valenciano en la que diversos objetos de diseño patrio se «enrolan» en un circo.
¿Qué necesita un objeto de uso cotidiano para merecer estar en esta exposición? Alma, sin duda. Alma propia. Ser capaz de transmitir y conectar, establecer vínculos con quien pretenda interactuar con él.
En la exposición, los objetos se personifican y animalizan, ¿qué características humanas destacarías en los buenos diseños? (¿Ya dije alma?) Sinceridad. Valor. El valor de transmitir valores.
En The Design Circus hay todo tipo de objetos, cucharas, platos, alfombras, sillas, tumbonas ¿qué novedades pueden evocarnos cosas a las que estamos acostumbrados a ver y usar todos los días? ¿Novedades? Todas. Nada es para siempre, los objetos también envejecen. Surgen nuevos materiales, nuevos soportes
pero también necesidades nuevas. La percepción del diseño cambia y todo cambia con ella. ¿Por qué no habrían de hacerlo los objetos?
Una obra de arte suele tener un precio en función de quién es su autor, no por su calidad artística. Las modas en este sentido, ¿afectan también de alguna al diseño con firma a la hora de poner un precio a un producto? El diseño es un ingrediente de especulación, por lo tanto, sí, lo hacen. Pero siempre dependerá del tipo de producto… y de su creador. Mientras hay autores a los que sólo les mueve la exclusividad, otros permanecen invisibles. Ésa es la dualidad de la cuestión.
¿Hay algún objeto o diseño en concreto que quieras reivindicar, por estar infravalorado? Y lo contrario, ¿qué sobrevaloramos excesivamente? Todos. Pero todos deberían estar infravalorados. Al fin y al cabo son sólo eso, objetos. Aun cuando tengan ese alma que perseguimos en CuldeSac, hay que darles la importancia justa, la verdadera. Sin artificios ni modas. El diseño es un gran circo, The Design Circus, donde prima el espectáculo. Y estaría bien quedarnos sólo con su esencia, aunque sólo sea para variar
¿Qué opinas de que se paguen millonadas por un sencillo objeto personal, por el hecho de haber sido usado por un personaje célebre? ¿Porqué somos tan fetichistas con respecto a los objetos? Eso pertenece a la psicología personal de cada uno. El fetichismo es lícito. Y cada uno tiene el suyo, desde quien colecciona cromos hasta coches deportivos. Llámalo coleccionismo.
¿Cómo encontrar el equilibrio entre utilidad y buena apariencia? Todo es uno. Estética es utilidad. Si sabemos captar su esencia, la estética embellece la vida, y eso es muy útil.
¿El objeto más maravilloso que recuerdas haber visto? Sin duda, un biberón.
Texto: Nacho Urquijo
Fotos (arriba): Cucharón de Pedro Ochando. Produce ID Magazine + Surtido; (en sumario) Tapón de Danae Esparza. Produce Surtido de Revolución; (galería 1) Flod de Martín Azúa y Gerard Moliné. Produce Mobles 114. Foto Globus; (galería 2) Tacón sin Tacón de Jacobo Pérez-Enciso. Produce Pikolinos. Foto Pablo Orcajo.
The Design Circus. Los productos más fascinantes del mundo · Hasta el 24 de enero en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.