Atrapar el “instante decisivo” no es nada fácil. El gurú de la fotografía Cartier Bresson afirmaba que sólo poniendo la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo momento en el que se desarrolla el clímax de una acción es posible captarlo.
Adrián Domínguez acaba de volver de China con la maleta cargada de fotografías, expuestas en la última edición de ESTAMPA (Feria Internacional de Arte Múltiple Contemporáneo), es decir, repleta de estos instantes decisivos.
¿Por qué la cita de Oscar Wilde para tu página web? (“Las cosas son porque las vemos, y lo que veamos, y cómo lo veamos, depende de las Artes que nos hayan influido”) Siempre me han gustado los aforismos, en este caso Oscar Wilde surgió de la casualidad entre su genialidad y lo que yo andaba buscando. Me interesan las imágenes que transmiten sensaciones, independientemente de lo que le produzcan a cada uno.
¿Cómo ves mejor: a través del objetivo o sin él? Son mundos diferentes en los que ves cosas diferentes aunque es inevitable que se entremezclen. Procuro mantener cierto equilibrio, de vez en cuando dejo la cámara en casa.
¿En qué momento de tu vida te cautiva la cámara? Creo que es algo progresivo. Mi primera cámara fue una Lubitel rusa, tenia trece años y no la usaba demasiado…Con el tiempo me compre una ampliadora que todavía tengo en el baño. Tengo claro que es una relación de por vida.
¿Recuerdas tu primera foto? No, pero la más antigua que conservo sí. Una panorámica de Manhattan con las Torres Gemelas.
¿Qué tiene China de fotográfica? Todo. Los viajes regeneran el instinto y la percepción. Me llama la atención de China que a pesar de la rudeza de los rostros y sus decadentes escenarios es sorprendentemente segura y hospitalaria.
¿Cómo has conseguido que desconocidos chinos se dejaran fotografiar en su cotidianidad? Desenvolverte con la cámara para fotografiar gente es un estado de ánimo, depende de como sea cada uno… A mi me gusta acercarme mucho y no suelo preguntar pero el respeto es fundamental, también tengo claro que por hacer una foto no estoy robando el alma a nadie.
¿Cuál es tu próximo destino a fotografiar?Nunca se sabe, estoy abierto a lo que se presente. Este ha sido mi primer salto a Asia y quizá repita, también tengo un amigo en Australia pendiente de visitar…
¿Qué hace que una foto de Adrián Domínguez acabe en blanco y negro y qué hace que lo haga en color? Casi siempre empiezan como acaban. Cuando viajo suelo llevar encima una cámara con película byn y una digital para color. Si tienes claro lo que quieres es fácil decidir que cámara usar en cada momento.
¿Sueles preparar mucho tus fotos o prefieres captar la realidad sin tocarla? Prefiero intervenir lo menos posible aunque hay veces que es inevitable.
¿Qué te inspira más una mirada emocionada o un paisaje emocionante? Creo que la inspiración viene de dentro hacia afuera. Me gusta más fotografiar personas.
¿Coqueteas con alguna otra disciplina artística? Escribir pero no lo hago mucho.
¿Qué programas informáticos te “ayudan” a crear tu arte?Utilizo el photoshop con la misma filosofía que la ampliadora y de vez en cuando copio en ampliadora en un laboratorio profesional.
Porque…el fotógrafo es un artista, ¿no? Creo que todos somos artistas en potencia, la fotografía es una herramienta más para expresarse.
¿Cómo afecta a tu sector el que hoy en día cualquiera dispone de una cámara “medio buena” y se siente artista como vosotros? Seria una conversación aparte… Ha afectado negativamente en muchos aspectos aunque es bueno que la fotografía esté en ebullición.
¿Sueles vender tus fotografías? Llevo diez años viviendo de la fotografía, encargos de editoriales, empresas, productoras… A veces vendo alguna obra personal pero es difícil vivir de eso.
¿Qué siente uno al ver sus propias fotografías expuestas y admiradas o publicadas?
Creo que el ciclo se cierra al enseñarlas y la mayor satisfacción es cuando una de mis fotos produce algo en alguien hasta el punto de querer colgarla en su casa.
Si sólo pudieras quedarte con una de tus obras… Imposible.
¿Qué es lo más loco que has hecho para tomar una foto?
No se me viene ninguna locura. Si me permites citar a Szarkowski: “…la cantidad de vueltas que da, el sin número de escaleras que sube o baja, las veces que regresa al mismo sitio, los minutos que es capaz de quedar inmóvil ante un inesperado escenario en espera de un pequeño suceso que le dará sentido… No hay novia ó amigo, periodista o historiador que no desfallezca en la terraza de un bar o tomando un taxi a casa.”
Termíname la frase: “La fotografía es… indispensable para la memoria»