Si este fuera el típico making of, del último año de Vetusta Morla comenzaría con la creación de su propio sello discográfico (Pequeño salto mortal), la grabación de Un día en el mundo, los componentes del grupo metiendo las copias en las cajas, el lanzamiento, una labor promocional de vértigo, kilómetros de carretera para tocar de ciudad en ciudad, rodajes de videoclips, sesiones de fotos, entregas de premios… Un año “de película” que Guille (guitarra) aclara: “película documental, nada de ficción”. En este sentido, no había un guión previo, ni estaba orquestado para que fueran los más taquilleros, pero les ha sucedido igual que a numerosas cintas a lo largo de la historia del cine. Así que al buscar paralelismos entre su “película” y la de aquellos autores que les gustan, Guille señala la primera época de Win Wenders: “me gusta el cine hecho con bajo presupuesto, no por ser más indie que nadie sino porque cuando se tiene poco, agudizas el ingenio. Sus primeras películas tienen el punto, que luego ha perdido con el tiempo, de intentar contar lo que quieres con los medios que tienes a mano y no rodearte de parafernalia. En la música también pasa que cuando tiene mucho dinero, de repente hay un barroquismo que sobra. Un día en el mund tampoco es una producción muy austera, se han juntado cosas que teníamos acumuladas tanto en lo artístico como en lo material porque veníamos guardando dinero de actuaciones para poder pagar la grabación. Incluso cuando veíamos que nos estábamos pasando y pensábamos para qué era necesario tener más. Si puedes hacerlo con 3 ¿para qué necesitas 5?”
Fijándonos en el texto, que su caso son las letras de las canciones, ellos siempre han hablado de canciones muy cinematográficas, porque como aclara Pucho (voz) “crean imágenes en la cabeza”, e “intentamos que la canción sea como una película, y por otro lado, las sensaciones que me generan una película, un personaje, influye de alguna manera en las canciones” apostilla Guille. Y después, cuando la gente las escucha “lo hace suyo, saca sus propias imágenes, sus propias películas”, remarca Pucho.
En definitiva, una interconexión entre cine y música que no se sabe con certeza dónde empieza uno y acaba la otra. Así que estiramos el bucle buscando música suya en películas y Álvaro (bajo) nos dice que “hay realizadores que piden permiso para poner una canción que les gusta en su realización, nos mandan la idea y sí que hemos dado el visto bueno a algunos. Todo a nivel de cortos, gente desconocida.” Entonces planteamos la idea de que ellos se encarguen de realizar la Banda sonora de una película y a David (percusión) le parece estupendo “sí, por qué no. Sería muy interesante”.
En los larguísimos títulos de crédito de esta película ficticia aparecen otros nombres, que hacen las veces de personajes secundarios, iluminadores, directores,…, una película coral, pues todo lo hacen en equipo. Son “La Familia” como dice Pucho imitando el tono a lo Corleone de El Padrino. Incluso todos participan en la parte visual, en los videoclips, “No contratamos a Álvaro León para que nos haga el video, no delegamos. Las ideas surgen de una u otra parte,” dice Guille, quien estudió Comunicación Audiovisual y realizó el videoclip-documental que se incluye en el disco.
Después del trabajo hecho, de acudir a festivales y realizar la conveniente promoción, Vetusta Morla también ha recibido numerosos premios como el “Revelación” -que concede la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música – aunque lleven más de diez años de carretera. Tras los premios, se avecina un nuevo trabajo y volver a cuadrar un círculo que, como apunta David, “no es la segunda parte, es una película diferente.” Selección Continua con Vetusta Morla:
Álvaro: “Pelis favoritas hay muchas; Atrapado en el tiempo. Y El Padrino y Amelie son fundamentales para mí”.
Pucho: “Me ha gustado mucho Gran Torino. Un autor que me gusta es Michael Winter Bottom, porque se lanza a la piscina, le da igual un género que otro; tiene películas buenas, malas,…, y es lo que me gusta, el riesgo”.
David: “Me quedo con Tim Burton. Me gusta porque todo es mágico siempre.”
Guille: Blow Up de Antonioni; “una peli muy Vetusta, que está sacada de un relato de Cortázar. A partir de una fotografía revelada en un momento dado, de repente aparece una cosa que no es lo que se quería fotografiar y a partir de ahí surge una historia que no tiene nada que ver y se convierte en el núcleo de la película. Hay cosas que no te explicas, que no sabes de dónde salen. De alguna manera, eso genera una sensación que, al final, cada uno completa. Creo que cuando cada uno hablamos de nuestra música, pues muchas de nuestras canciones surgen así; sucede algo intrascendente y se convierte en el motivo principal de la canción.” Juanma: “Me gustan las rayadas de Spike Jonze, porque es tan absurdo que le acabas encontrando sentido y te deja espacio para le encuentres tú el tuyo a lo que sucede que no se explica por sí mismo. Tienes que buscar algo que conecte las piezas. Y son muy divertidas.”
Vetusta Morla en concierto · Heineken Music Selector · 30 de abril y 1 de mayo. Teatro Circo Price (entradas agotadas)
Texto: Mónica Caballero