Es bien sabido que la mayoría de las mujeres al borde de un ataque de nervios del siglo XXI ya no dominan el arte de tejer y destejer cual modernas Penélopes (es que no tenemos tiempo ni para tener tiempo), pero dice la sabiduría popular que esto de coser y cantar todo es empezar. Y eso es lo que debieron decirse las unas a las otras para arrancarse en esto de la música las audaces chicas de Tu Madre.
Tres eran, tres, las madres del cordero: Líos (bajo y voz), Elena Goliat (batería y voz) y Jangla (guitarra, piano y voz). Tres artistas innatas que no tenían ni idea de tocar antes de tocar, que multiplicaron por dos sus canciones y les salieron seis, que se acordaron de sus madres y las sacaron guapas reguapas en su blog. A su puerta llamó Producciones Doradas, plataforma vinculada a la producción y edición de música popular contemporánea, apostó por ellas, por su autogestión, acompañó la edición de «Tu Madre» con una versión online gratuita y el resto pasó a ser el principio de una historia de un cuento de un nunca acabar, al menos de momento. Tienen ya al alcance de todos los públicos, como pre-estrellas rutilantes que son, tres videoclips: el de Prematuro, con imágenes grabadas con el móvil, el AUUA con óptica hecha por su cantante, Jangla, (triunfó tanto que lo proyectaron en un ciclo de nuevo videoclip español en La Casa Encendida), y una segunda versión del mismo tema, protagonizado por unas marionetas hechas por Marc Vives. Han dado conciertos en habitaciones varias, en casas convertidas en improvisadas salas, se han ido de gira por Serbia y han logrado subirse a los escenarios del Nasti, el Apolo 2 o Razzmatazz.
Tu Madre, en directo en Serbia
Las canciones de Tu Madre revelan los sueños más sádicos de contestadores de madrugada con la voz más dulce jamás imaginada: «te voy a clavar un puñal en las rodillas», sus acordes son tan a mano que no tienen nada de técnicas maquinales.
Lo mejor de todo es que su espontaneidad es real y lo peor de todo es que llevan fatal eso de que les digan lo tremendamente incorruptas que aún son. Prefieren recordar el tacto de tu pelo sentadas sobre tu tumba, esperar despiertas a que llegue la sorpresa, y son perfectamente conscientes de que es más difícil eso de no cambiar que encontrar una aguja en un pajar. Aún así, ellas ya han encontrado una y la han usado para coser el pañuelo de su disco con las letras de sus temas, con sus manitas y sus abalorios. De momento, Tu Madre está en la punta de la lengua de todos, con sus vídeos caseros, sus jadeos y ritmos básicos, de momento es su momento…
Completamente artesanales en su corte y confección musical, se lanzaron sin red a practicar el dichoso refrán desde el primer día, convocaron a su público por aquel entonces no nato para el primer concierto en la habitación de los niños, se fueron con dos duros y un palito de gira autogiro y acabaron pariendo un pequeño disco, un mini-cd artesanal, con una preciosa carpeta desplegable que incluye unos dibujos fantásticos manufacturados de la artista Lilli Hartmann, otra gran especialista en «háztelo tú mismo».
Texto: Laura Corpa Hervás